¿Cuáles son los mejores suplementos para la artrosis en gatos?
Cuando cumplen una cierta edad, los gatos pueden sufrir artrosis, dolores articulares que se manifiestan con cada movimiento debido al desgaste gradual de las articulaciones. Afortunadamente, existen varias soluciones para paliar el dolor.
La artrosis afecta principalmente a los gatos mayores, aunque también puede aparecer tras una fractura mal cicatrizada o en caso de malformación.
En función de su estado de desarrollo, puede ser más o menos dolorosa 😿. Como los felinos son animales que no se quejan, en ocasiones es difícil detectarla, aunque hay algunos signos que nos ayudan a diagnosticar la degeneración articular de tu minino.
Cansancio, imposibilidad o dificultad para saltar, dolor al acariciarle, etc. ¿A tu gato empieza a pesarle la edad?
Cúrate en salud y encuentra el tratamiento que mejor le calme el dolor articular a tu animal. Normalmente, los remedios para la artrosis se presentan en cápsulas o en polvo que puedes administrar a tu gato directamente en la boca o mezclarlos con su comida 🐈.
Índice
Artrosis en gatos: ¿qué es?
La artrosis es una enfermedad crónica que puede afectar a todas las articulaciones de tu animal: las del pecho, muslos, codos, caderas, vértebras, etc.
El dolor que provoca se debe al desgaste gradual e irreversible de las articulaciones, que pierden su elasticidad y pueden reducir la esperanza de vida de los felinos.
Normalmente, la artrosis se manifiesta el 80 % de los casos en gatos mayores de 12 años, aunque en algunos casos los gatos más jóvenes también la sufren debido a una malformación en las articulaciones o a un traumatismo (caída, hueso mal soldado, etc.).
El deterioro del cartílago provoca inflamación y dolores. Como al gato le duele al caminar, empieza a hacer menos ejercicio y a subir de peso.
¿Cómo ayudar a mi gato con artrosis?
Intenta hacerle la vida un poco más fácil para que tenga que moverse lo justo y necesario. Puedes, por ejemplo, empezar por comprarle un arenero con los bordes cerca del suelo para que no le duela al meterse dentro.
Asimismo, no dudes en hacerle algún que otro masaje a tu animal para que ejercite sus articulaciones poco a poco. ¡Ojo con los aceites esenciales! Muchos de ellos son tóxicos para los gatos.
Juega con tu animal para que se mueva un poco y evitar que pierda la elasticidad de las articulaciones. Aunque sea de forma moderada, intenta que tu gato haga un poco de actividad física cada día.
Por otro lado, vigila esos kilos de más. Si tu bigotudo amigo engorda, le costará más moverse. Para ello, encuentra un pienso o una comida húmeda especial para gatos con obesidad. Como siempre, no dudes en acudir a tu veterinari@ de confianza para pedirle consejo.
¿Cómo saber si tu gato tiene artrosis?
Los gatos son animales muy discretos que no expresan el dolor como lo hacen los perros. Por esta razón, no siempre es fácil detectar la artrosis.
Por ejemplo, si ves que tu gato empieza a hacer caca fuera de su arenero, puede que le duela al doblar las patas para meterse dentro. Los gatos son animales muy limpios, ¡no es normal en ellos ese descuido!
Si tu animal ya no utiliza su árbol para gatos y le cuesta subirse al sofá, puede que empiece a sufrir de artrosis. No dudes en coger cita en tu clínica veterinaria.
Otro de los signos es la cojera ocasional o permanente, el pelo sin brillo o la falta de higiene. A los gatos con artrosis les cuesta mucho más lavarse.
¿Con qué edad puede tener artrosis un gato?
La comunidad científica está de acuerdo en que la edad avanzada de un gato empieza a los 7 u 8 años. Aunque pueda parecer poco, es en esa etapa de sus vidas donde empiezan a presentar los primeros signos de vejez.
A los 12 años, los problemas de salud se vuelven más frecuentes y otros dolores se suman a los de la artrosis.
Tratamiento de la artrosis en gatos
Antes de todo, cabe precisar que la artrosis es una enfermedad sin cura. Cuando las articulaciones empiezan a deteriorarse, no es posible regenerarlas.
Eso sí, existen varios tratamientos que complementan su alimentación y que ayudan a ralentizar la progresión de esta afección y los dolores que esta provoca.
Afortunadamente, también existen complementos alimenticios para calmar el dolor. Es el caso de la glucosamina y del sulfato de condroitina, dos condroprotectores muy beneficiosos sobre la salud de las articulaciones.
Por su parte, la garra del diablo (Harpagophytum procumbens, una planta medicinal) y el Omega-3 actúan como antiinflamatorios naturales.