Una segunda oportunidad para un perro increíble
Buscando a su perro ideal, una familia china adoptó a un Golden Retriever en un refugio de animales para alegría de los más pequeños de la casa. Todo parecía ir sobre ruedas, pero el perro comenzó a evidenciar una conducta un tanto peculiar -posicionada al lado de la del perro y el baño- para la que no encontraban respuesta.
Ocurrió desde el primer día que el perro llegó a su nuevo hogar. Al parecer, este Golden se quedaba despierto y mirando a sus dueños fijamente cuando ellos estaban en la cama intentando dormir. Únicamente cuando conciliaban el sueño, el perro parecía relajarse y aprovechaba para dar una pequeña 'cabezadita'.
Este comportamiento se repetía noche tras noche. El perro se quedaba en el umbral de la puerta de la habitación y observaba fijamente a sus nuevos propietarios, vigilante, extremadamente atento, sin perder detalle de nada hasta que se quedaban dormidos.
El extraño ritual nocturno
Al despertar, el perro volvía a estar allí, sentado sobre sus patas traseras y con las delanteras apoyadas en la puerta del dormitorio. ¿Por qué hacía eso cada noche? Su familia de acogida no entendía nada. Durante el día, el perro se mostraba feliz y contento en su nuevo hogar y no evidenciaba ningún comportamiento preocupante. Pero las noches eran otra cosa... la sensación es que tenía miedo a dormirse antes que sus dueños.
El propietario chino estaba decidido a averiguar la causa exacta de esta peculiar conducta. Primero llevó al perro al veterinario, que lo examinó a fondo sin apreciar nada inusual.
El profesional médico concluyó que era un perro sano, muy cariñoso, juguetón, social y que su adaptación había sido satisfactoria porque realmente amaba su nueva casa, pero no encontró una explicación lógica a este comportamiento nocturno. Nadie sabía explicar la razón por la que el perro no dormía.
"¿No te quedarás conmigo?"
¡Por fin fue revelado el secreto! Según le explicaron en el refugio, la mujer del propietario anterior quedó embarazada y aquel hombre decidió que no podía tener más tiempo al perro ya que no podía permitirse cuidarlo.
Para deshacerse de él, una noche sedó al animal y lo trasladó directamente al refugio mientras el perro permanecía inconsciente. Al despertar, el perro se dio cuenta de su cruda realidad sin entender absolutamente nada de cómo había llegado hasta allí.
Estaba solo y desorientado, muy traumatizado por una experiencia hasta entonces desconocida para él que le creó un miedo inmenso a dormir. Lo único que tenía claro es que no quería volver a perder su hogar de esta manera.
Por todo ello, este perro no era capaz de soportar quedarse dormido por la noche por temor a ser traicionado y abandonado de nuevo. Sus nuevos propietarios no pudieron más que llorar al conocer la horrible pesadilla que perseguía a su perrito cada noche.
Para recuperar su confianza, su familia prescindió de la puerta de la habitación y le colocaron su cuna junto a la cama de matrimonio, permitiendo al perro pasar con ellos todas las noches.
El pobre animal parece que por fin ha comenzado a dormir olvidando aquel trauma nocturno que nunca llegará a comprender. Le queda un largo camino por delante hasta que aprenda a confiar en su nueva familia, la cual no para de darle mimos para hacerle saber que nunca le abandonarían.
La explicación del veterinario
Los perros nos aman y quieren estar a nuestro lado en todo momento. Sin embargo, también debes saber que no es su única razón para hacer esto. Hay más. Nuestro experto en comportamiento animal, el veterinario y biólogo Felipe Vázquez Montoto, del Centro Veterinario CatDog, nos detalla las razones innatas de nuestras mascotas para desear siempre dormir con nosotros.
"El perro es un animal social por naturaleza, quiere estar junto a los miembros de su manada y, si duerme con el jefe, se siente más importante. Es una manera de diferenciarse", nos apunta. Sin embargo, no hay que obviar otras razones más superficiales que llevan al perro a dormir bajo tus pies. "También le gusta dormir a gusto", nos recuerda Vázquez. A los perros les encanta dormir en un sitio oscuro, resguardado y, si es junto a su dueño, poco más pueden pedir.