Todo comenzó con un simple control rutinario del vehículo. Ocurría en el estacionamiento de la autopista que rodea la ciudad germana de Schärding en septiembre de 2019.
En el exterior del automóvil, propiedad de una mujer de 38 años, los oficiales de la policía advirtieron un fuerte y desagradable olor, enormemente penetrante.
Un tétrico hallazgo
Cuando la policía revisó el coche concienzudamente, quedaron sorprendidos. En su interior había numerosos transportines con gatos en cada uno de ellos.
Todos ellos se encontraban en condiciones miserables, sin alimento y sin agua. Al parecer, llevaban encerrados varios días a juzgar por las numerosas heces.
Operación de rescate
Según la dueña del coche, se dirigía a Viena para vender a los gatos allí. La mayoría de los gatos eran de la popular raza maine coon, por cuyos ejemplares se llegan a pagar precios muy altos.
Sin embargo, la policía no la dejó continuar y abrió una investigación al respecto.
Voluntarios del refugio de animales Freistadt y de la Asociación de Asistencia de Emergencia a Animales se ocuparon de los gatos decomisados.
Algunos de los gatitos que transportaba la criadora habían sido destetados antes de tiempo y tuvieron que dejárselos a gatitas mamá para cuidarlos. Otra de las gatas, que viajaba embarazada, tuvo que ser operada, pero no pudieron salvar a sus bebés.
En cualquier caso, esperemos que las autoridades hicieran lo oportuno. ¡Indignante!