Fang, el perro de Hagrid en Harry Potter, llegó a la gran pantalla (y se instaló en el corazón de millones de espectadores y fans de la saga, pero también de todo el elenco de la película) de la mano de la entrenadora de animales Julie Tottman que jamás dudó del potencial de un mastín napolitano llamado Monkey, a pesar de que la vida no se puso nada fácil a ambos.
Según informaciones publicadas por The Sun, Tottman asegura que tuvo una conexión especial con el perro desde el primer momento en que lo vio. "Tuve una conexión instantánea con él. Cuando lo encontré estaba desesperadamente desnutrido y desesperado por recibir amor y atención. No tenía ni idea de si eso lo convertiría en un buen perro para la película, pero sabía que no podría resistirme a intentarlo", sentenció la entrenadora que también 'encontró' a los animales perfectos para interpretar papeles en Juego de Tronos o 101 Dálmatas.
Tottman fue la entrenadora principal de los animales de Harry Potter, entrenó a más de 250 animales entre 2000 y 2011, desde búhos hasta gatos e incluso arañas. Sin embargo, Fang, el perro del guardabosques Hagrid, interpretado por el fallecido Robbie Coltrane, la conquistó desde que sus destinos se cruzaron en una asociación de protección animal a escasas semanas de comenzar el rodaje de una de las películas basadas en los libros de la autora británica J. K. Rowling.
Fang no tuvo una vida fácil
Mejor dicho, Monkey no tuvo una vida sencilla. La entrenadora cuenta en uno de sus libros (Rescue Me) cómo consiguió que un perro maltratado, rebelde y hambriento se convirtiese en una estrella del cine.
Monkey es el mastín napolitano que interpretó a Fang a partir de la cuarta entrega de la saga. En las tres primera películas, Hugo, otro perro de la misma raza, se encargó de hacer suyo el papel. Sin embargo, semanas antes de comenzar el rodaje de 'Harry Potter y el cáliz de fuego', la entrenadora canina tomó la decisión de jubilar a Hugo.
Una determinación que se convirtió en una osadía puesto que, según Tottman, no es sencillo encontrar un can de esas características ya que es una raza poco común y no es fácil trabajar con ciertos ejemplares. Además, la entrenadora intenta utilizar animales rescatados siempre que puede con el objetivo de regalarles una segunda oportunidad, una vida mejor.
Por lo tanto y con el tiempo en su contra, Tottman comenzó una carrera de obstáculos que inició poniéndose en contacto con diversas organizaciones benéficas de rescate de perros.
''Siempre he intentado utilizar animales rescatados para las películas... Me rompe el corazón pensar en la crueldad y el abandono que los humanos pueden infligir a los animales, pero no importa los horrores que haya sufrido una criatura, un poco de bondad y un cuidadoso entrenamiento pueden convertirlos en estrellas", sentenció la entrenadora.
No fue fácil encontrar a Fang
Tras semanas de búsqueda del perro 'perfecto', Tottman tuvo la suerte de encontrar una asociación especializada en el rescate de mastines. Allí tenían un mastín napolitano del mismo color azul que Hugo, el primer perro que interpretó a Fang.
Aunque la buena noticia escondía una cara b: su anterior dueño lo había abandonado alegando que era agresivo, una característica que no lo hacía apto para un plató lleno de niños.
Sin embargo, la entrenadora se dejó guiar por su instinto y decidió llevarse al perro (bautizado en ese momento como Hércules) para comenzar a trabajar con él. Ella tenía muy claro que quería darle una segunda oportunidad puesto que, según explica en su libro, muchos dueños dicen que el perro es agresivo como excusa para deshacerse de él.
Desde el primer momento que puso los ojos en Monkey, así lo rebautizó ella, supo que no se equivocaba. Monkey daría la talla.
''Un saco de huesos''
Pero a pesar de estar lleno de energía y ganas de vivir, el perro se encontraba en un estado lamentable. Así lo recuerda Tottman en su manuscrito: "Estaba increíblemente flaco, poco más que un saco de huesos. Un mastín napolitano debería tener la piel suelta sobre la sólida roca de su cuerpo, pero los pliegues de este perro eran como trapos viejos que cubrían su huesuda estructura. Se me rompió el corazón al ver cómo debía de estar hambriento y abandonado por sus antiguos dueños".
Tras varios días conviviendo con Monkey, lo llamó así debido a su ''carácter bocalicón y descarado'', se dio cuenta de que de agresivo no tenía nada. Tal y como ella había sentido cuando lo vio por primera vez, todo fue una excusa de sus propietarios para abandonarlo. El perro era cariñoso y afectuoso.
Una carrera a contrarreloj
Una vez que Tottman comprobó el carácter afable y amable de Monkey supo que no habría problemas con los niños durante el rodaje, aunque el tiempo corría en su contra. El mastín napolitano recién rescatado necesitaba una buena alimentación para recuperar fuerzas, atención y una forma de canalizar su energía.
Según cuenta la entrenadora en su libro, el tiempo desde que conoce al perro, comienza a entrenarlo y lo lleva al plató es de al menos 12 semanas. Monkey y ella llegaron en la mitad de tiempo al rodaje de 'Harry Potter y el cáliz de fuego'.
''Normalmente, si empezara de cero con un perro nuevo, querría trabajar con él al menos doce semanas antes de llevarlo al plató, empezando por establecer una simple relación antes de pasar a las órdenes sencillas y, finalmente, a los movimientos específicos que necesitaría para la película. El cáliz de fuego empezó en menos de la mitad de ese tiempo", escribió en Rescue Me.
Monkey hacia las delicias de todo el elenco
La entrenadora escribió en su libro de qué manera Monkey pasó de ser ''el payaso de la clase'' a convertirse en una estrella que entusiasmó a Daniel Radcliffe (Harry Potter) y Emma Watson (Hermione Granger), dos de los protagonistas de la saga.
No obstante, eso no quiere decir que no hubiese habido percances durante el rodaje. Por ejemplo, en una ocasión Monkey se lanzó contra una valioso dragón autómata, pensando que era un juguete para perros. Afortunadamente, todo quedó en un susto y la valiosa pieza concebida con el equipo de atrezzo no sufrió daños importantes.
Un triste adiós
En el año 2013, Monkey murió tras padecer un cáncer. Una noticia que cayó como un jarro de agua fría entre el elenco de Harry Potter, pues era un perro muy querido por todos.
Tanto que tiene su particular homenaje en Warner Brothers Studio Tour, cerca de Watford (Reino Unido). Allí, en una pared se proyecta un vídeo de Monkey entrenando junto a Tottman.
"Su personalidad brilla a través de la pantalla. Aunque hayamos tenido que despedirnos de él, sé que seguirá vivo para los fans y la gente que lo recuerda, y eso es para mí la verdadera magia", subraya su entrenadora y 'madre' humana.
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