Los perros no son regalos, los perros son vidas. Y parece que da igual cuánto se repita ese mensaje o las asociaciones en defensa de los animales hagan lo imposible por concienciar de esto. Cada año la historia se repite y una de las épocas en las que más sucede es justo después de las Navidades.
Regalo de Navidad abandonado
Leo es un yorkshire al que compraron como regalo de Navidad en 2021. Parece que la familia se cansó rápido de él porque "mordía las zapatillas y era muy grande". Primero, hay que tener tiempo para educar a un perro, no vienen programados cual robots; segundo, un yorkshire suele rondar los 3 o 4 kilos de peso, es decir, es pequeño.
"Cuando llegó a mis manos era un perro asustadizo que no se movía. Un perro no es un juguete, es una responsabilidad que se disfruta todos los días. #ADOPTA", dice la publicación que se hizo eco del caso de Leo en Twitter:
Al mensaje de la maestra y escritora se sumaron centenares de personas con historias similares. "Monco también fue un regalo de Navidad de alguna familia, se suponía que era un gran destructor, lleva casi 12 años con nosotros, no ha roto nada y ama las almohadas".
"Los animales no deberían ser un regalo. Al menos que estés muy, muy, muy seguro de que la persona lo va a querer y cuidar", opina otro usuario. "A mi perro lo iban a sacrificar porque no le bajaron sus testículos y no lo podían vender", comenta otra persona:
Son muchos los perros y gatos con historias parecidas, regalos de Navidad tratados como juguetes u otros motivos por los que no son vendibles o incluso adoptables, como les pasó a estos cuatro:
Los perros son seres sintientes, que dan mucho más de lo que los humanos podemos llegar a comprender. ¿Esa confianza y fidelidad acaso se compran? Tener un perro o gato es para considerarlo familia, no un peluche del que acabarse olvidando. Por favor, piénsalo antes escogerlo como regalo.
