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No daba crédito a lo que sucedía

© Instagram P. T.

Va a castrar a su perra: la veterinaria descubre una verdad que la deja al borde de las lágrimas

Por Rocío R. Gavira Periodista

Publicado el

"Es surrealista la situación, siento un enfado tremendo", confiesa la clínica veterinaria que atendió a esta perrita. 

Un señor pidió cita para castrar a su cachorra. La clínica La Flamenca, en Granada, estaba en plena campaña de castración en marzo, sin embargo la realidad que encontraron las veterinarias al atender a esta persona era bien distinta

"El hombre hacía muchas preguntas, en principio sobre la castratación, pero fue enfocando la conversación hacia otra parte", relata La Flamenca en declaraciones a Wamiz España.

Más de una hora de chantaje emocional 

Según el susodicho, la perra se escapada siempre del cortijo e incluso tenía denuncias de vecinos porque atacó a las ovejas. "Decía que pensaba en llevarla a la perrera o ponerle la inyección –eutanasiarla– cuando es ilegal matar a un perro sano"

La perrita cuando llegó a la clínica veterinaria ©CV La Flamenca

Ante la negativa de las veterinarias, el hombre se marchó enfadado y sin castrar a la perra. "Es surrealista la situación, que pida cita y lo que quiere es quitársela de encima. Más de una hora haciéndonos chantaje emocional"

Al final, lograron que la perra se quedara en la clínica y movilizaron la historia entre sus contactos para buscarle familia. "El señor no quiso ni pagar los 10 míseros euros de cambio de propietario. Siento un enfado tremendo", recalca La Flamenca. 

Adopción para la perrita

Fueron unos cuantos los que se enamoraron de esta perra joven. A los pocos días, Tana, el nombre elegido por Antonio, su familia, ya tenía adopción y hogar en Málaga. "La perra es muy buena, creo que no sabía lo que era una cama o una caricia", cuenta Antonio a Wamiz. 

Antonio le toma una foto a Tana en el campo ©A. 

Cirugía urgente para Tana

Las primeras semanas de Tana en su nueva vida iban bien: paseos por el campo, buena comida, invasión de la cama del humano… Pero hace poco se llevaron un tremendo susto: sufrió un atropello y el coche se dio a la fuga

El golpe dejó a Tana con una de sus patas destrozadas y la operación era muy cara: 1.300 euros. La familia no sabía qué hacer. Tana recién adoptada y llorando todo el día por los dolores en su pata. 

Y una vez más, las redes sociales hicieron su magia. En cuestión de unos días una cadena de favores reunió el dinero para salvar a esta perrita. Desde este 4 de abril vuelve a estar en casa junto a Antonio, sana y salva ❤️.

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