¿Quién fue Sor Juana Inés?
Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo nombre completo era Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, fue una destacada poetisa, escritora y filósofa novohispana. Nació el 12 de noviembre de 1651 en San Miguel Nepantla, actualmente México, y falleció el 17 de abril de 1695 en la Ciudad de México.
Se considera que fue una de las figuras más importantes de la literatura en lengua española y una de las primeras feministas de América. A pesar de las restricciones impuestas a las mujeres en su época, destacó por su erudición y su gran talento literario. Escribió poesía lírica, obras teatrales y prosa filosófica, abordando temas como el amor, la religión, la naturaleza y la condición de la mujer.
Sor Juana Inés vivió en la época del Barroco y su obra se caracteriza por su profunda inteligencia, su estilo retórico y su ingenio. Es conocida por su poema "Hombres necios que acusáis", donde cuestiona la doble moral de los hombres hacia las mujeres.
Sor Juana, un icono de la literatura y el feminismo
A lo largo de su vida, Sor Juana enfrentó críticas y controversias debido a su afán de conocimiento y su búsqueda de independencia intelectual. A pesar de las presiones de la Iglesia y la sociedad, dejó un legado literario invaluable y se ha convertido en un ícono de la literatura y el feminismo.
Sor Juana y su relación con los gatos
En cuanto a su relación con los gatos, se sabe que Sor Juana tenía una gran pasión y cariño por los felinos. En varias de sus obras y poemas, menciona a los gatos y hace referencia a su presencia en su vida cotidiana. Además, en su famosa carta "Respuesta a Sor Filotea de la Cruz", describe su casa como un lugar lleno de gatos a los que cuidaba y apreciaba. Sor Juana encontraba en los gatos una compañía grata y una fuente de inspiración en su labor creativa.
La relación de Sor Juana Inés de la Cruz con los gatos refleja su sensibilidad hacia los animales y su capacidad de encontrar belleza y conexión con el mundo natural en su entorno.
Gatos en el México colonial
Se sabe que los gatos estuvieron presentes en el México colonial, pues llegaron a estas tierras en los barcos de los españoles, durante la invasión.
Los mininos eran fundamentales en toda Europa porque ayudaban a controlar las plagas, y muy pronto se volvieron también pieza clave de la vida cotidiana en la Ciudad de México.
Así fue que en esa época se formaron colonias de gatos ferales en el Centro Histórico de la ciudad.
Las monjas del convento de San Jerónimo, en el que vivió Sor Juana, tenían gatitos como mascotas, pues durante la restauración del edificio se encontraron enterrados esqueletos de estos animalitos, según explica Erika Barrios, coordinadora del área de promoción de la universidad.
Los gatos de hoy
Cuando se fundó la Universidad del Claustro de Sor Juana, en 1979, había una colonia de gatos ferales en el edificio.
Se decidió dejarlos y la universidad se hace cargo de sus cuidados.
En 2009, incluso recibieron un reconocimiento de parte de la asociación Humane Society International, por el buen cuidado que le dan a los felinos que habitan el edificio.
Causa animal
