Un nuevo año se acerca, y con ella, la tradicional declaración de guerra de nuestros bigotudos al árbol de Navidad y, por supuesto, al Belén que con tanto cuidado y esmero colocamos en la entrada de casa.
Un año más, nuestros queridos/as lectores de Wamiz han querido enviarnos a sus gatos con las patas en la masa, ¡adueñándose del belén!
"Hacia Belén va, un michi, rin, rin..." 🎵
No podía hacernos más ilusión recibir noticias de nuestros corresponsales felinos repartidos por el mundo dando cuenta de su misión navideña más importante: ¡hacerse sitio en el nacimiento!
Qué se lo digan a Moka, ¡de tan solo un mes!
Ahora, que... ¿Para qué una, si te pueden destrozar el belén entre dos?
Otros peluditos, como Orion, prefieren hacerse hueco entre las figuras, respetando el espacio vital que tanto aprecian los felinos. ¿O era solo en la foto?
A otros mininos, para los que son sus primeras navidades, se les ha perdonado este año su carácter curioso y juguetón:
Shelby, por su parte, ha preferido inspeccionar que todo esté listo para que empiece la acción... ¡No sabe ni nada!
El árbol no se escapa
Bolas brillantes, cascabeles, luces... ¿Qué bigotudo es tan fuerte como para no caer en la tentación?
¡Menos mal! Algún obediente tenía que haber en representación de aquellos gatos que pasan por completo de la decoración navideña (¡y de todo, básicamente!).
¡Más mala leche que Herodes!
Y, si no, que se lo digan al gato de nuestro lector Jose, que nos comentaba hace una semana: "Mi gato se comió la cabeza del rey Melchor.", o al de Paloma, que "es feliz tirándome todos los adornos del árbol".
Por supuesto, queremos recordar a algunos de los hermosos gatitos que se encargaron de abrir regalos, cestas de empresa y de estrenar belenes y árboles en años anteriores. ¡Son gloria bendita!
El gato delante, para que no se espante
El tesoro del Belén
La cesta de Navidad, ¡con sorpresa!
Y si no lo consigues, ten en cuenta lo más importante: para eso ponemos la decoración navideña, ¡para que la familia la disfrute!