Pippy era una gatita callejera, sin hogar, sin agua, comida o un refugio para resguardarse del frío y la lluvia, pero esto cambió cuando Jessica le ofreció su hogar.
Un nuevo hogar
Actualmente, ambas viven bajo el mismo techo y cuando Jessica va a trabajar todos los días, Pippy suele estar tirada en el sofá, en la cama o incluso en el lavabo del baño. ¡Como debe ser!
¡Pippy ha elegido una vida de ocio y no hace nada para pagar el alquiler! Pero su compañera de casa, Jessica, lo acepta con gusto.
Las dos amigas tienen un acuerdo tácito. La presencia de Pippy es suficiente para alegrar los días de Jessica, a quien le encanta descubrir los rincones donde Pippy ha decidido dormir la siesta.
¡No paga alquiler!
La gata ocupa un lugar muy especial en el corazón de Jessica, ¡y eso es más que suficiente para ella a modo de "pago de alquiler"!
Esta peculiar historia se repite en miles de hogares. ¿Qué hay mejor que disfrutar de la vida que se pega un gatito casero? Solo es dormir, comer, jugar y esperar a que tu humano regrese del trabajo... ¡No te pierdas las fotos!
Cómoda es poco
Revisando la agenda diaria
¿Quién tiene el mando de la tele?
¿Y qué hay de ti? ¿También tienes un inquilino que no paga alquiler?