Alerta en la asociación Cœur et toits pour chats 77 tras un incidente con una gata en un transportín.
Recientemente, la asociación vivió un momento de gran tensión cuando Molly, una gata acogida temporalmente en una familia, acudió al veterinario.
Aunque no estaba entusiasmada con la idea, consiguieron meterla en el transportín. Pero, en un arranque de pánico, Molly logró liberarse, sorprendiendo a su familia de acogida.
Este tipo de transportín, un peligro
El escape de Molly es un claro ejemplo de las deficiencias de su transportín, que era completamente de plástico, incluida la rejilla.
Este tipo de transportines, poco resistentes, son desaconsejables tanto para el manejo de gatos inquietos como para garantizar la seguridad en caso de un accidente.
Por suerte, la fuga de Molly fue tan rápida que no llegó a salir de la casa, lo que le permitió evitar cualquier incidente en la calle.
Tras esta desafortunada experiencia, la asociación quiso recordar a todos los propietarios de gatos la importancia de utilizar transportines seguros y de calidad.
Para ello, recomiendan:
- Evitar los transportines de plástico, optando en su lugar por modelos más robustos con rejillas metálicas.
- Además, es recomendable asegurar todo el equipo con correas o tensores para mayor seguridad, en especial si se tiene un gato ansioso o nada acostumbrado a salir a la calle.
- Para aquellos gatos que se estresan durante las salidas, también se sugiere cubrir el transportín con una tela ligera que les impida ver el exterior y los ayude a sentirse más tranquilos.