Tengo dos perros y uno muere, ¿qué debo hacer? ¿Dejo que vea el cuerpo de su compañero fallecido y se despida de él? ¿O le evito ese sufrimiento?
¿Mi perro necesita despedirse de su amigo fallecido?
Quizá por la construcción social en la que vivimos, que no se enseña a gestionar la muerte o la ausencia, ya sea de humano o perro, elijas la segunda opción, evitarle ese dolor a tu perro. Pero en duelo en perros existe.
Ante la pregunta de "¿dejo que mi perro esté presente en una situación así?", los expertos en educación canina y veterinaria lo tiene claro: sí, los perros también necesitan despedirse.
Duelo de un perro por otro perro
Los perros son seres sintientes y, por tanto, también los perros presienten la muerte de otro perro.
"La realidad es que el mundo animal respeta a la perfección los procesos y tiempos que se necesitan para la despedida", señala Olfateando el Mundo explicando el vídeo viral de los últimos días.
En ese vídeo una mujer lleva en sus brazos a uno de sus perros fallecidos. Posa con cariño su cuerpo sobre el suelo, con la intención de que sus otros perros, de raza teckel, se puedan acercar.
Una vez en el suelo, le retira la manta en la que va envuelta a la perrita fallecida y los otros teckels le olisquean; incluso el gato de la familia también le huele. Todos comparten ese momento de dolor.
"Ellos se despedirían en la naturaleza y verían el cuerpo sin vida y estarían con él hasta que lo sintieran", explica Olfateando el Mundo.
Ellos no saben que nunca volverá a casa
Otro perfil veterinario subraya la importancia de naturalizar esta despedida en los perros, "enseñárselo para que vean que no se ha perdido, quitarles esa incertidumbre de saber qué ha pasado".
De hecho, en los comentarios de este último vídeo, algunas personas comparten su experiencia:
"Gaby, mi gato de 18 años murió y a su hermana gata, Cosita, de 9 añitos, la dejamos que lo viera y lo oliera; por su cara y su lenguaje corporal, era obvio que ella sabía lo que estaba pasando".
A otra persona esto le sirve de ejemplo: "Mi padre murió en el hospital y su perro enfermó días después de estar días buscándole y aullando. No sabíamos que para él era crucial despedirse, no me volverá a pasar".
Aunque duela, la muerte forma parte de la vida y hay que dejar atrás ese miedo, esa buena intención de proteger, para naturalizar la despedida.