Hace unos días, Andrew McCarthy decidió adoptar un gato en un refugio. Según relata el sitio PetHelpful, el hombre sucumbió enseguida al encanto de un gatito naranja.
En su cuenta de Twitter, Andrew explica haber "sentido un vacío en su vida tras la muerte de su gato", por lo que fue al refugio para colmar dicha pérdida con la ayuda de otro animal necesitado.
Un gato que le devuelve la alegría
Sus ojos enseguida se fijaron en los de un gatito "con los ojos más tristes del refugio". Tras haberse cruzado con ellos, le fue imposible dejar a Bailey en su jaula.
Y para inmortalizar dicha adopción, Andrew tomó una foto de su nuevo compañero, que demuestra lo afligidos que lucían sus ojos en el refugio.
Unos días después de su adopción, Bailey ya había cambiado el rostro. Como se puede ver en la secuencia compartida por su nuevo cuidador, el gato pelirrojo ya muestra un comportamiento muy relajado y unos ojos brillantes.
Una historia de adopción que demuestra una vez más que la adopción responsable puede cambiar vidas.