A principios de año un aviso llegó a la asociación Huellas Felinas de Utiel, en Valencia, mismo municipio donde vimos uno de los rescates más impactantes de las riadas de la DANA.
A Woody, el perro que se ve en la imagen de arriba, le encontraron inmóvil en mitad de unas viñas. Pasaban las horas y no se movía, como si estuviera esperando a que regresara quien le abandonó allí.
Dos semanas inmóvil
"Nos dijeron que llevaba allí, por lo menos, dos semanas", explicaba Huellas Felinas en su vídeo compartido en Instagram. Al ver que nadie lo reclamaba, un grupo de voluntarias comenzó a alimentarlo para ganarse su confianza.
Sin embargo, el miedo de este cruce de pitbull fue más fuerte: en un momento de pánico, Woody salió despavorido, cruzó una carretera y desapareció. Intentaron encontrarlo durante días, pero parecía haberse esfumado.
Contra todo pronóstico, las voluntarias lograron localizarle y poner a Woody a salvo, aunque con secuelas evidentes de su abandono.
En el vídeo compartido por Huellas Felinas se aprecia el cuerpo agotado y el alma rota de Woody. "Tiene anemia, las almohadillas destrozadas de tanto caminar y tiene mucho miedo".
Adopción responsable para Woody
Y a pesar de todo lo sufrido, Woody es un perro "BUENÍSIMO", escribe en mayúsculas la asociación. Por eso "merece un hogar en el que por fin conozca lo que es el amor".
"Es importante que la persona que decida adoptarlo tenga mucha paciencia porque, ahora mismo, tiene mucho miedo por todo lo que ha vivido", insistían desde Huellas Felinas.
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