Es un cuestión básica, un gato, como cualquier otro animal con el que convivamos, siempre debe tener acceso a beber agua fresca. Y en los hogares con más de un minino debería haber al menos un tazón disponible por cada uno de ellos.
Los gatos son más propensos a la deshidratación en climas cálidos como el español, por eso no deben estar fuera todo el día y tienen que disponer de sombra y suficiente agua siempre. Los gatos ancianos corren aún más riesgo de deshidratarse, particularmente aquellos con enfermedades renales o hipertiroidismo.
También es fundamental que beban líquido los gatos que, debido a distintos padecimientos, sufran diarreas o vómitos. Para ellos la hidratación es absolutamente clave.
Si tienes un gato que presente una deshidratación leve puedes tratar de alentarlo para que beba con algunos de los consejos que te daremos a continuación. Pero si su estado persiste o muestra signos de deshidratación más severa debes buscar con urgencia ayuda veterinaria.
¿Cuánta agua bebe un gato?
La respuesta a esta pregunta varía en función de la edad del felino y de si este tiene alguna enfermedad, también por supuesto de su nivel de actividad. De media podemos afirmar que un gato bebe aproximadamente 50 ml de agua por kilo de peso. Esto no incluye el agua que forma parte de los alimentos húmedos que puedan proporcionársele.
¿Cómo puedes saber que un gato está deshidratado?
Existen señales inequívocas de que un gato está deshidratado. Pero muchas de ellas no son específicas y pueden solo estar indicando una variedad de problemas subyacentes a la propia deshidratación. Siempre será lo mejor que consultemos directamente al veterinario:
- Encías blanquecinas.
- Letargo duradero.
- Falta de apetito.
- Ojos sin brillo.
- Frecuencia cardíaca elevada.
- Pérdida de elasticidad en la piel.
- Disminución de orina.
¿Qué indica que un gato esté deshidratado?
Que un gatito esté deshidratado puede indicar distintos problemas. Puede estar luchando más de la cuenta para mamar de su madre, podría tener una anormalidad congenita en su lengua o en la boca que le dificulte beber, o simplemente puede tratarse de una enfermedad o infección. Cualquiera que sea la causa la deshidratación esta suele progresar rápidamente y complicar la situación.
¿Qué puedo hacer para rehidratar a un gato?
Cuando la deshidratación es leve puedes optar por remedios caseros. Sin embargo, si presenta otros síntomas, debes contactar con el veterinario. Dependiendo de la gravedad del caso es posible que se le administre líquido por vía intravenosa.
¿Qué remedios caseros hay frente a la deshidratación?
Si sospechas que tu gato puede estar deshidratado porque es un día caluroso o tiene síntomas gastrointestinales leves puedes animarlo a beber con un agua... un poco más sugerente. El sentido del olfato es muy importante para los felinos, por lo que podrían preferir un agua que huela más a carne.
Otras opciones incluyen sueros de rehidratación por vía oral que a menudo tienen sabor a carne, o una pequeña cantidad de la salsa que acompaña la comida humana agregada a su tazón de agua.
Pero nunca debes forzarlo a beber agua ni introducirle la misma a través de una jeringa a no ser que un veterinario específicamente te lo indique.
¿Puede un gato recuperarse de una deshidratación severa?
Sí, pero es probable que necesite hospitalización y administración de suero intravenoso. La deshidratación puede llevar al animal a la muerte si no se trata.
¿Cuándo debería contactar con el veterinario?
Si su gato muestra signos de deshidratación y no tiene ningún interés por beber lo más juicioso es que consultes con tu veterinario. A tiempo puedes prevenir un mal mayor.
Los consejos que aquí te hemos ofrecido se basan en las recomendaciones de Hester Mulhall, veterinaria licenciada en la Universidad de Cambridge en 2017. También tiene una titulación en Ciencias Naturales (Zoología y Psicología Humana).