Joanito sospechó de inmediato y se apresuró a verificar qué había dentro de la caja.
Al rasgar la cinta adhesiva y la cuerda que mantenían la caja sellada, el hombre encontró un perro aterrorizado, acurrucado en el fondo.
Una vida en peligro
Visiblemente, el animal llevaba horas solo. Sin pensárselo dos veces, Joanito supo lo que debía hacer: se llevó a la perra y la llevó al refugio.
Una vez a salvo, la perra, más tarde llamada Hope, fue examinada por un profesional veterinario.
La perra pudo por fin descansar un poco e intentar recuperarse de la terrible experiencia. Los días pasaron y comenzó a sanar y a ganar peso.
Hacia un nuevo futuro
El pasado mes de julio, el refugio PAWS Mauritius compartió la historia de Hope en una publicación en redes sociales. El objetivo era animar a futuros propietarios a considerar la adopción de un cachorro de refugio.
Hoy, Hope es una perra completamente diferente, feliz y relajada con su nuevo humano.