Una residente de Brooklyn (Estados Unidos) se dirigía al trabajo cuando se topó con un trágico descubrimiento: un gato negro acababa de ser atropellado por un coche.
Chloé Rein, presidenta de la asociación Brooklyn Kitty Committee, recibió una llamada de aviso y se dirigió inmediatamente al lugar del accidente.
Cuando llegó, encontró al animal sin vida, tendido en la acera. Alrededor de él, flores y conchas ocultaban sus heridas, junto con una nota colocada discretamente bajo su cuerpo.
Una nota conmovedora
Antes de leer el mensaje, Chloé Rein comprendió que el gato había sido víctima de un accidente. Según precisaba el papel, el animal había sido atropellado el 15 de septiembre sobre las 8 de la mañana.
Consciente de que el gato no podía permanecer en la acera, Chloé lo llevó a una clínica veterinaria para comprobar si tenía microchip e intentar encontrar a sus propietarios, pero el animal no llevaba ninguno.
"Probablemente, se trataba de un gato callejero, aunque yo nunca lo había visto antes", explicó.
En medio de la tristeza, un homenaje
Conmovida por la situación, la clínica veterinaria aceptó hacerse cargo del animal y ofreció incinerarlo de forma gratuita. Un gesto de compasión poco común, cuenta la mujer, quien confiesa que la mayoría de los establecimientos rechazan este tipo de atención o cobran por ello.
Para ella, esta triste historia debe servir de recordatorio: conducir con precaución, proteger a los animales que salen al exterior y no dudar en contactar con asociaciones si se encuentra un animal callejero o en apuros.
"Estos animales son la familia de alguien. Merecen el respeto que se le da a todo ser vivo cuando fallece", confió la presidenta de la asociación.