Se perfilaba como un día de trabajo normal en una panadería que también funciona como punto de recogida de paquetes en Nersingen, al sur de Alemania.
Pero todo cambió cuando una empleada, con la curiosidad despertada, escuchó un ruido apenas audible procedente de una caja de cartón.
Lo que al principio parecía una broma pesada se convirtió rápidamente en una verdadera misión de rescate.
Un ruido misterioso dentro de una caja
La empleada abrió el paquete sospechoso y se encontró cara a cara con un gato.
Inmediatamente, la mujer contactó con la cuidadora del gato. La propietaria había cerrado la caja y no se había dado cuenta de que su gato se había acurrucado dentro para echarse una siesta.
Un viaje involuntario llega a su fin
Gracias a la rápida reacción de la empleada, aquel mismo día el gato fue recuperado y devuelto a su propietaria, quien se quedó tanto atónita como aliviada.
Una cosa está clara: ¡este "curiosón" no olvidará este envío postal en mucho tiempo!