Chris y Mariesa son una pareja enamorada de los perros, tanto que están dispuestos a todo para dar una vida mejor a todos esos peludos que suspiran en los refugios por una segunda oportunidad.
Eso ha sido exactamente lo que los enamorados han hecho con Storie, una perra con un carácter difícil que se negaba a traer al mundo a sus cachorros en la protectora en la que vivía.
Una nueva oportunidad para Storie
Chris y Mariesa ya contaban con 12 perros adoptados en su casa. Pero esa situación no les impidió visitar un refugio en busca de un corazón peludo al que salvar y acogerlo entre sus brazos. Dicho y hecho.
Esta pareja llegó a la asociación y vio a una perrita indefensa (Storie) que miraba al infinito esperando la familia de sus sueños. Sin pensarlo demasiado, la pareja se dio cuenta de que Storie necesitaba que ellos le echasen un cable.
La perrita estaba a punto de dar a luz, tenía todos los síntomas, pero ella se negaba a hacerlo en el refugio. Parecía como si la perra supiese que esa no era la vida que deseaba para sus cachorros.
Por lo tanto, la pareja inició los trámites de adopción para llevarse a Storie a su casa. Allí tendría la confianza de dar a luz a sus cachorros en un ambiente seguro.
Una sorpresa de campeonato
Nada más tener a Storie en su hogar, Chris y Mariesa llevaron a la futura mamá al veterinario con el objetivo de descubrir el estado de salud de su nueva compañera de vida.
La perra gozaba de una salud de hierro. Una noticia que se vio empañada por otro anuncio que les hizo el doctor: ¡Storie esperaba 12 cachorritos que iban a nacer de un momento a otro!
La pareja se llevó rápidamente a la perrita a casa para que pudiese dar a luz cómodamente. Y tan solo 18 horas después de abandonar el refugio; Storie dio a luz a su numerosa camada.
Storie y sus crías disfrutaron del amor y los cuidados de su familia. Pasaron muchas semanas juntos, pero Chris y su mujer tenían muy claro que no se podían quedar con todos los bebés perrunos.
Por lo tanto, y con la ayuda del refugio donde encontraron a Storie, dieron a los pequeños en adopción. Un final de cuento a la altura de una historia digna de la factoría de los sueños.