Con una voz frágil, con su precioso amigo acurrucado en sus brazos y cantando con un sonido de lo más dulce: "Eres mi sol, mi único sol...". El espectador no podrá contener las lágrimas.
En esta ocasión viajamos directamente a Chicago (Estados Unidos) para conocer a Abby, una niña de cuatro años que nos ha encogido el corazón por el amor que siente hacia los animales y la especial ternura que le demostró a su viejo gato, llamado Bailey.
La familia sabía que Bailey se marcharía pronto
Las imágenes fueron grabadas en junio de 2019 por su madre, que recuerda con especial emoción los últimos días de vida de su amado 'bigotudo', un 'abuelo' que vivió hasta los 14 años en un auténtico paraíso del cariño.
El vídeo de su despedida, grabado tan solo horas antes de su fallecimiento, superó las 100.000 visualizaciones en Instagram.
Y es que Bailey fue acariciado y mimado hasta el final de sus días. Incluso la pequeña Abby encontró la forma de despedirse de su gato abuelo.
La mejor despedida
Sus dueños ya sabían que su simpático amigo felino se estaba despidiendo. Su avanzada edad y la enfermedad que sufría, una insuficiencia renal, hacían inevitable su marcha.
Sin duda, quien más iba a echarle de menos era la pequeña Abby pues fue su amigo y compañero de juegos durante toda su joven vida.
Su vínculo era tan especial que el gatito se mostraba especialmente alegre en los brazos de su niña. Su felicidad era plena en los juegos con Abby y sus hermanas, y disfrutaba como nunca de los mimos de la pequeña.
Bailey siempre fue su mejor amigo
Sus dueños dan constancia en su perfil de Instagram de la maravillosa vejez que vivió Bailey rodeado de niños.
Evidentemente, el final fue inevitable y los niños se quedaron muy tristes tras el fallecimiento de su gatito, por lo que recibieron todo el cariño de los seguidores de su cuenta, que incluso enviaron juguetes y peluches a las niñas para que pasaran un poco mejor el trance.
En las grabaciones posteriores en las que aparece la niña jugando con los peluches y leyendo cuentos, como solían hacer Bailey, difícilmente se puede reprimir una sensación de ansiedad.
La mejor solución que encontró la madre de Abby para que ella y sus hermanas pudieran olvidar a su amado gato fue buscar a un digno sucesor, al que de hecho encontró tras saber que podría encajar en su familia.
Las niñas se alegraron mucho cuando conocieron a su nuevo gato, del que ahora son inseparables, tal y como Abby lo fue de Bailey.