Una gata rescatada llamada Ember se encontraba en la Atlanta Humane Society, en duelo tras de perder a sus bebés a causa de una grave enfermedad.
Aunque estaba sana, la tristeza parecía estarle quitando a esta gata todas las ganas de vivir.
Un encuentro afortunado
Al mismo tiempo, un gatito llamado Flame que fue el único de su camada, fue llevado también a la Atlanta Humane Society para ser atendido.
El gatito era huérfano y demasiado pequeño para sobrevivir por su cuenta; necesitaba los cuidados y la atención de una gata adulta.
Fue entonces cuando el personal de la Atlanta Humane Society pensó en la posibilidad de colocar al bebé junto a Ember y ver si ella lo aceptaba.
El clic fue inmediato.
El pequeño Flame llenó de vida los ojos de Ember. Claramente, se necesitaban el uno al otro.
Cuando encontraron el lugar ideal, ambos mininos partieron juntos a su nuevo hogar provisional.
Ahí, Flame aprendió a caminar y a explorar el nuevo espacio, bajo la mirada atenta de Ember.
Posteriormente, estos dos tuvieron la fortuna de encontrar una familia dispuesta a adoptarlos juntos. En su hogar definitivo, Ember y Flame siguen siendo la familia gatuna en la que decidieron convertirse.
No cabe duda de que el amor hace milagros, ¡sobre todo cuando ocurren este tipo de encuentros!
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