Zenit es un golden retriever que tiene ahora seis años. Se trata de un perro rescatado en la calle, adoptado y posteriormente entrenado para hacer feliz a los demás. La misión de Zenit en el mundo es intentar mejorar la recuperación de los niños que se encuentran ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Los perris-enfermeros del 12 de Octubre
La labor de Zenit se enmarca en un proyecto llamado 'Huellas de Colores', un plan que desarrollado entre los meses de enero y febrero de 2019 y que demuestra que la interacción con un perro reduce el dolor de los pacientes del hospital infantil, unos niños cuya edad media se sitúa en los 14 años.
Aunque Zenit fue el que arrancó el proyecto, pasado un tiempo se unió su compañera perruna Senna. Los encuentros de los perros con los niños se alargan alrededor de 45 minutos, jugaban e interactuaban con sus pacientes.
Los cuadros médicos de los chicos eran muy variados: oncológicos, de cirugía cardíaca, con parálisis cerebral... Los expertos aseguran que existió una mejoría en su estado de ánimo y también en su salud física, una disminución del dolor de hasta tres puntos en la escala y una reducción del nivel de ansiedad.
Un perro que desprende felicidad
El objetivo de la terapia con perros es humanizar el ambiente hospitalario y enriquecer la vida emocional de los enfermos y sus familias. Los niños elegidos son pacientes "en estado vulnerable".
"El fundamento en el que se basa el programa es en esa propiedad que tienen los animales de enriquecer la vida física y emocional de los pacientes. Esa característica nos ayuda a disminuir la ansiedad y el miedo de los niños cuando están ingresados", señalan desde el hospital.
'Huellas de colores'
'Huellas de colores' es un iniciativa conjunta del Hospital 12 de Octubre con la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos y la Asociación Psicoanimal.
"El 12 de Octubre nos ha abierto la puerta más mimada de un hospital, la de su UCI pediátrica. Espero que podamos continuar. Todo esto tiene un coste, pero el objetivo es demostrar que lleva un trabajo detrás muy riguroso a nivel humano y profesional" y que da sus frutos, subraya la responsable de la Cátedra Animal y Sociedad, Nuria Máximo.
Rocío Fernández, psicóloga de 'Huellas de Colores', también muestra su fe ciega en el proyecto. A los perros "les encanta estar con los niños, disfrutan jugando con ellos".
En este sentido, asegura que el programa no distingue entre razas de perros. "Son perros adoptados, creemos en perros que están viviendo una segunda oportunidad y no creemos en razas específicas. Tenemos perros con discapacidad, como Zenit, que tiene displasia en la cadera, y en que las cualidades del perro, y no las razas, son las que nos demuestran su trabajo", explica.
Tanto Zenit como Senna son perros especiales a los que se les asocian unas habilidades innatas de acercamiento social. "Gestionan el estrés de la forma adecuada, les encantan los niños. El nexo común de los pacientes y los perros es que les gusta jugar", agrega Rocío, psicoterapeuta animal de 'Huellas de Colores'.