La sabiduría popular dice que “la curiosidad mató al gato”. A pesar de que como buenos tenedores de un gato en casa tomemos todas las precauciones necesarias y les brindemos las mejores condiciones de vida, no estamos exentos de que en algún momento nuestro gato —por curiosidad e inquietud— ingiera algo tóxico o sea víctima de manos inescrupulosas.
Envenenamiento en gatos
El envenenamiento en gatos es una de las emergencias clínicas por la que más se consulta a los médicos veterinarios, ya sea porque el gato consumió un material tóxico, fue víctima de algún ataque o porque, por descuido, ingirió alguna presa contaminada como roedores, insectos, aves, etc.
Independiente del agente causal, lo indispensable en estos casos es tratar de actuar rápidamente para reducir los efectos negativos que los productos tóxicos pueden tener sobre la salud de tu gato.
Diferencia entre intoxicación y envenenamiento en gatos
Antes de entrar en materia, vale la pena diferenciar que, aunque los términos envenenamiento e intoxicación pueden llegar a ser similares, el envenenamiento corresponde a un acto que tiene como finalidad la de causar un daño en un animal, mientras que una intoxicación se produce cuando el gato ingiere el agente tóxico, desconociendo los efectos que puede causar este producto en su organismo.
En este artículo, hablaremos de envenenamiento e intoxicación en gatos, ya que los agentes causales, síntomas y tratamientos pueden llegar a ser similares.
Causas del envenenamiento o intoxicación en gatos
Las fuentes de envenenamiento o intoxicación en gatos pueden ser diversas, desde elementos de aseo del hogar, hasta alimentos que pueden ser tóxicos para ellos. Lo importante es identificar las fuentes más comunes y tratar de tenerlas lo más alejado posible de tu gato.
Por fortuna, los gatos tienen un sentido del olfato y del gusto bastante desarrollado, lo que les permite, en la mayoría de los casos, identificar potenciales sustancias tóxicas presentes en su entorno.
Sin embargo, en algunas ocasiones esos instintos pueden fallar y la curiosidad puede ser más intensa que el sentido de precaución del minino.
Causas más comunes:
- Productos de aseo del hogar: entre los que podemos encontrar jabones, detergentes, desengrasantes, cloro o lejía, entre otros.
- Productos veterinarios: cuando se excede la dosis permitida de un medicamento veterinario, también se pueden generar episodios de toxicidad. En este punto es importante que sigas al pie de la letra las recomendaciones de tu médico veterinario.
- Pesticidas: en el hogar podemos tener insecticidas para el ambiente, para las plantas o para algunas plagas como roedores, insectos, etc. Bien sea porque tu gato consume estos productos directamente o porque consume alguno de estos animales, puede intoxicarse.
- Alimentos prohibidos: uvas, cítricos en general, aguacate (o palta, como se le conoce en algunas partes de América del Sur), cebolla, ajo, chocolate, té o café, entre otros, pueden llegar a ser tóxicos para tu minino.
- Consumo de desechos: como por ejemplo cigarrillos, alcohol, entre otros.
- Medicamentos de uso humano: el uso de acetaminofén (o paracetamol), naproxeno, aspirina (o ácido acetil salicílico), relajantes musculares, etc. Estos deben ser mantenidos fuera del alcance de los gatos y también de los niños.
- Plantas venenosas: hortensias, lirios, hiedras, tulipanes, entre otras plantas que podemos tener en casa de forma decorativa, pueden llamar la curiosidad de tu gato y ser altamente tóxicas al ingerirlas.
- Insectos venenosos: podemos encontrar arañas, escorpiones, abejas o avispas, hormigas, escarabajos, entre otros.
Cómo se envenena un gato
La mayor parte de los elementos que te hemos mencionado anteriormente tienen sustancias altamente tóxicas que el organismo de tu gato no puede metabolizar o desechar; además, muchos de esos productos son de difícil eliminación por lo que pueden permanecer en el cuerpo del animal por horas.
Otro mecanismo de acción es que, al ingresar al cuerpo de tu gato, estas sustancias desencadenan una serie de respuestas orgánicas como inflamación, liberación de sustancias, etc., que son las que, finalmente, desencadenarán las situaciones de toxicidad.
Existen tres formas principales por las cuales un agente tóxico puede ingresar al organismo de tu gato:
- Oral: la más común. Se da al ingerir los alimentos, plaguicidas, insecticidas, etc.
- Respiratoria: sustancias como pinturas, anticongelantes, productos de limpieza, etc., liberan vapores que tu gato puede inhalar con facilidad.
- Cutánea: los agentes tóxicos se pueden absorber a través de los poros de la piel y llegar a causar intoxicaciones graves.
Síntomas de la intoxicación o envenenamiento en gatos
La sintomatología y la intensidad de la misma dependerán principalmente del tipo de producto, la cantidad ingerida y también ciertas condiciones particulares del animal (como el estado de salud, la edad, el tamaño, entre otros).
Los primeros síntomas pueden observarse pasados tan solo 15 minutos de la exposición al agente tóxico, por lo que una pronta atención e identificación del agente causante puede evitar consecuencias mortales.
Por lo general, los gatos envenenados presentan:
- Vómito con o sin sangre
- Diarrea con o sin sangre
- Incontinencia al orinar o defecar, así como micción frecuente
- Cambio de coloración en la orina o en las heces
- Arcadas (movimientos del estómago similares a cuando tu gato va a vomitar)
- Aumento en la producción de saliva e incapacidad para mantener la saliva dentro de la cavidad oral
- Estornudos y tos
- Dilatación de las pupilas, lo que puede producir sensibilidad a la luz
- Inflamación
- Fiebre
- Hemorragias
- Síntomas de dolor como vocalizaciones, sensibilidad aumentada, etc.
- Depresión, apatía e inapetencia
- Color pálido de las mucosas de la boca, la nariz y los párpados
- Prurito (picor) e irritación de la piel de zonas como las almohadillas de las patas, espacios interdigitales, entre otras.
- Irritación, ulceración, quemaduras y/o sangrado del tracto digestivo y dolor e inflamación del abdomen
- Dificultad y posiciones de esfuerzo para respirar
- Aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria
- Alteraciones del sistema nervioso como temblores, movimientos musculares involuntarios, convulsiones, inquietud, hiperactividad, incoordinación y/o debilidad
- Desmayos
- Pérdida del conocimiento
Como puedes ver, los síntomas pueden llegar a ser muy diversos y pueden presentarse en diferentes sistemas orgánicos del gato. Por esta razón, una de las medidas más efectivas es identificar cualquier cambio, por mínimo que sea, en el comportamiento y en la actitud de tu gato y, además, detectar cualquier indicio de que ha consumido algo extraño: rastros de alimentos, sustancias tóxicas o cualquier otra actividad sospechosa.
Cómo curar el envenenamiento en gatos
Lo ideal es acudir al veterinario cuanto antes. Cualquier minuto puede hacer la diferencia y el estado de salud de tu gato puede empeorar rápidamente, por lo que necesitará supervisión, diagnóstico y tratamiento con urgencia.
Sin embargo, en algunas ocasiones el evento nos toma por sorpresa, por lo que antes de visitar al veterinario, conviene hacer un tratamiento de emergencia en casa. A estos procedimientos previos se les conoce como primeros auxilios, y estos dependerán de la vía y el agente causante. En estos casos deberás ser muy cuidadoso al ponerlos en práctica para que sean efectivos. Recuerda que “el tiempo es oro”.
Gato envenenado: primeros auxilios
- Conserva siempre la calma.
- Presta atención a todos los detalles: síntomas, rastros de alimentos, elementos extraños en el parque o la calle, etc.
- Retira cualquier residuo del elemento tóxico y, de ser posible, conserva muestras para que el médico veterinario pueda llegar a un diagnóstico fácil y rápidamente.
- Mantén a tu gato en un lugar seguro, con pocos estímulos (ruidos, luces, olores, etc.), y bien ventilado. Si observas que tu gato presenta mareo, incoordinación o convulsiones evita que se golpee contra el suelo u otros objetos.
- Comunícate con el veterinario urgentemente para recibir indicaciones precisas. Deberás suministrarle el máximo de información para que él te pueda indicar qué hacer.
- No suministres alimentos o líquidos. Tampoco induzcas el vómito o toques a tu gato sin protección. En muchas ocasiones se desconoce la causa y el remedio puede ser más grave que la enfermedad.
- En caso de que el agente tóxico haya ingresado al cuerpo de tu gato a través de la piel, puedes limpiar la zona con agua jabonosa o sacudir con un cepillo el pelaje del animal.
- Consulta con el veterinario si es conveniente suministrar líquidos al animal. Lo ideal es suministrar agua fresca con una jeringa o que esta esté disponible libremente, si el gato esta consiente.
Remedios caseros para un gato envenenado
La recomendación es que no automediques a tu gato o tomes acciones sin antes consultar con el médico veterinario. Por lo general, existen algunos procedimientos que podemos llevar a cabo en casa mientras podemos visitar la clínica.
Los remedios caseros más comunes para un gato envenenado son:
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Agua oxigenada
Se debe administrar una cucharadita (5 ml) de agua oxigenada por cada 2 kg de peso del animal. Esta se puede dar cada 10 a 15 minutos por un máximo de 3 veces.
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Leche entera o diluida
Se puede administrar leche entera o leche diluida en partes iguales con agua. La leche ayuda a disminuir el efecto de ciertos agentes tóxicos en el organismo. Debe estar a temperatura ambiente (preferiblemente) y deben darse de 5 a 20 ml por cada kg de peso.
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Carbón activado
El carbón activado se puede conseguir en forma líquida, en polvo para diluir o en pastillas, en droguerías o farmacias. La dosis es de 0.5 a 1 gramo por cada 0.5 kg de peso del animal, cada 3 horas.
Recomendaciones generales para el tratamiento de un gato envenenado
- Nunca actúes por tu propia cuenta. Ten a la mano siempre el número telefónico de tu veterinario de confianza o una clínica que pueda brindar servicios de urgencia las 24 horas del día.
- Mantén los elementos peligrosos lejos del alcance de tu gato.
- Educa a tu gato para permanecer en casa y evita que cace animales como roedores o aves.
- Sigue atentamente las indicaciones del médico veterinario en cuanto a dosis, frecuencia y vía de administración de los medicamentos recetados, de esta forma evitarás problemas como sobredosis.
- En caso de que el envenenamiento sea producto de personas inescrupulosas, denuncia y advierte a las demás personas sobre la existencia de veneno en el área.