Poder distinguir si tu gata se encuentra en proceso de gestación (embarazada) o afronta una situación de sobrepeso (está gorda) puede ser difícil.
Pero no te preocues, no es imposible y hay muchos trucos para darse cuenta. Aquí te damos todos los puntos necesarios para que salgas de la confusión.
¿Cómo saber si mi gata está embarazada o gorda?
En primer lugar, debemos considerar que las gatas son poliéstricas estacionales, lo que significa que tienen diversas épocas de celo, estros o períodos en que es receptiva.
En el año, a mayor cantidad de horas luz, más celos va a tener.
Y, en el caso de encontrarse en gestación, una gata aumenta de peso en el último tercio de este período donde su abdomen se distiende, las mamas se ponen turgentes, los pezones puntiagudos, baja leche, se pone más cariñosa y empieza a buscar un lugar para hacer el nido.
En cambio, la obesidad es una enfermedad donde la grasa corporal es superior a la masa magra.
Esto suele ocurrir tras la esterilización, dato muy valioso para comprender un aumento de peso.
Si vemos desde arriba, una gata está obesa cuando su cintura es pareja en continuidad de las costillas, las cuales no vamos a poder palpar con facilidad, y nos encontramos un tejido grueso como grasoso.
Tampoco vamos a poder palpar las saliencias óseas como el hombro, codo, cadera y —en general— encontramos las mamas atrofiadas producto de la esterilización.
Reacciones físicas y cambios hormonales durante el proceso de gestación
Uno de los cambios hormonales que se producen es el incremento de la relaxina plasmática en sangre a partir del día 20 de la gestación.
Esta es la responsable de dar la laxitud necesaria del tejido, fundamentalmente en la pelvis, durante todo el ciclo.
En cuanto a las reacciones físicas ante la gestación, las gatas suelen ponerse más dóciles y aumentar la ingesta de comida.
Además, pasan a ser más sedentarias y en el último tercio comienzan a hacer el nido o esconderse en el lugar que eligieron para parir.
¿Qué hacer si no logro distinguir un embarazo?
En caso de no poder diferenciar una gestación de un gato obeso, es necesario recurrir a la ayuda del médico veterinario, que brindará estudios médicos como una ecografía abdominal, radiografías y análisis de sangre para confirmar la situación de tu mascota.
¿Qué cuidados hay que tener como tutor de la gata si está preñada?
Como tutor de la gata, uno de los cuidados a tomar en cuenta es tenerla vacunada para que le brinde inmunidad a los cachorros. También desparasitarla, garantizarle una buena calidad de alimento balanceado y saber si el macho progenitor cuenta con lo mismo, para que no le contagie ninguna enfermedad.
¿Una gata embarazada puede cuidarse sola?
Por lo general, las gatas preñadas no requieren de un cuidado intensivo. Son pocas las complicaciones y no suelen abortar. Sin embargo, hay que estar más atentos en el último tercio.
¿Cómo puedo detectar algún riesgo o peligro en el proceso?
Los riesgos o peligros en la gestación se pueden presentar con falta de apetito, hipertermia, vómitos, pérdidas sanguinolentas por vulva.
Todos estos son indicios que pueden deberse a la muerte de los fetos, con la consiguiente infección uterina o aborto espontaneo, producto de alguna infección infectocontagiosa.
¿Son frecuentes las complicaciones?
Las complicaciones son poco frecuentes. Todo va a depender del estado sanitario de la mascota, vacunas, desparasitación y la buena alimentación que esté recibiendo.
Otro factor a tener en cuenta es que la gata no tenga secuelas de algún traumatismo (fracturas de cadera) que haya achicado el canal del parto y obligue a realizar una cesárea, así como también conocer al macho, el tamaño del mismo, por si los cachorros fueran muy grandes y no pudiera parir.
Es aconsejable tener ecografías para determinar la fecha de parto lo más exacto posible, así como también radiografías que nos dicen la cantidad de cachorros a parir. Así prevemos complicaciones en el parto y posparto.
Dieta para gatas embarazadas
Durante la gestación y lactancia, una gata requiere de una dieta hipercalórica e hiperproteica, así como también de un alto porcentaje de calcio. Estas dos etapas son de altos requerimientos de calcio.
Un bajo nivel del mismo desencadena una eclampsia, patología muy frecuente que provoca mioclonías (movimientos involuntarios) y convulsiones, producto de un desbalance del calcio en sangre.
¿Cómo evitar que mi gata tenga sobrepeso?
Si tu gata está obesa, uno de los cuidados a tener en cuenta es suprimir todo tipo de premios, como golosinas, dar una dieta hipocalórica o light e incentivar al ejercicio, el cual es bastante difícil en un gato.
También es necesario realizar una consulta al veterinario y descartar alguna patología, como el hipotiroidismo, que entre otras cosas predispone a un paciente obeso, así como la obesidad, que predispone a una diabetes mellitus (alteración del metabolismo de los hidratos de carbono en el organismo).
¿Y si mi gata tiene sobrepeso y también está embarazada?
En caso de que tu gata esté obesa y quede preñada, tendrás que hacer prevalecer los requerimientos de calcio para evitar una eclampsia y tratar de regular la cantidad de ingesta.
De esta manera, se intentará que baje su sobrepeso, ya que traería inconvenientes en el parto.
Riesgos de los procesos de gestación en gatas con sobrepeso
El sobrepeso trae complicaciones a nivel cardiaco, predispone a hígado graso y problemas en las articulaciones. Cuando es muy severo el sobrepeso durante una gestación, puede haber complicaciones respiratorias por infiltración de lípidos en pulmones y la diabetes se encuentra exacerbada en esta etapa.