¡Qué bonitas son las gatitas! Cariñosas, tiernas, hogareñas… aunque si no están esterilizadas, cada cierto tiempo se convertirán en un manojo de nervios felinos, desesperación y maullidos incesantes durante todo el día.
Cuando esto pasa solo hay una explicación: la gata está en celo.
¿Cuánto dura el celo de una gata?
El celo de las gatas, llamado científicamente estro, suele durar una semana, es decir, 7 días.
Sin embargo, dependiendo de las condiciones ambientales, del estado de salud y la edad de la gata, puede tener una variación muy amplia, que puede ir desde uno hasta veintiún días.
El primer celo de una gata se presenta cuando alcanza la pubertad. Esto puede ser desde alrededor de los seis meses de edad (aunque puede ser desde los 4 meses en algunos casos o hasta los 7 meses, en otros) y tiene la misma duración promedio de siete días que el celo en las gatas adultas.
¿Cada qué entra en celo una gata?
En la naturaleza, las gatas entran en celo de manera estacional, dos o tres veces por año. Mas la luz artificial, la temperatura agradable (tanto para las gatitas domésticas como para las gatitas ferales en las ciudades), han alterado este ciclo reproductivo estacional de los celos en gatas y la ovulación se presenta con distinta frecuencia.
Si la gata no está esterilizada y no encuentra un gato o no ocurre la monta, es decir, que no se aparea durante el celo, suelen entrar en fase de celo de nuevo en un muy breve periodo de tiempo.
Este periodo suele durar alrededor de una semana, pero pueden ser desde dos días hasta 20 o más en algunos casos.
Pero recuerda que cada cuánto entra en celo una gata depende mucho de los factores ambientales y del entorno.
¿Cuáles son los síntomas de una gata en celo?
Los síntomas de la fase de celo son de dos tipos: los de la gata en sí y las del entorno.
La señal del entorno es muy simple: los gatos machos notarán que la gata está en celo.
El comportamiento de los gatos macho es otro factor que puede causar muchos disgustos.
Los felinos se acercarán a la vivienda todo el tiempo, los gatos macho en celo se pelearán entre ellos para ganar a la hembra (los gatos buscan aparearse pase lo que pase), además de que orinarán todo el exterior de la casa de la gata para marcarlo como su territorio.
En cuanto a la gata, las señales en su comportamiento son muy claras:
- La gata maullará todo el día con un maullido muy especial, mitad ronroneo, mitad alarido. Es la forma en la que llaman a los machos.
- La gata en celo se revolcará en el piso y se restregará contra todo lo que pueda. Está lanzando feromonas al mundo para que los gatos las huelan y sean atraídos.
- Una gata en celo se pone cariñosa y levanta la colita. Si acaricias a tu gata, inmediatamente levantará la cadera y la cola, es una pose de apareamiento.
- La gata querrá salir a buscar un gato macho pase lo que pase, así que es probable que tienda a escapar de casa.
- Algunas gatas se tornan agresivas y pueden orinar para marcar la casa.
Aquí puedes escuchar los característicos maullidos de una gata en celo:
¿Cómo calmar el celo de una gata?
La mejor forma de ahorrarse todo el ruido, el marcaje, las visitas indeseadas y el riesgo de tener una gata embarazada es por medio de la esterilización.
La Dra. Andrea Montero de Pets Medical Center, señala que se puede esterilizar durante el celo aunque hay más riesgo quirúrgico.
Si se prefiere esperar a que pase el celo, lo único que se puede hacer es relajar a la gata, mas no hay una forma segura de calmar el celo.
Es un proceso hormonal que no puede ser detenido.
Algunas formas de reducirlo son:
- Tener valeriana en casa, para que los gatos la huelan y se calmen.
- El uso de productos homeopáticos como las flores de Bach para mascotas; algunas fórmulas están diseñadas para tranquilizar a las hembras en celo.
Por lo tanto, si tienes una gatita habla con tu veterinario y programa su esterilización a la brevedad.