Hay teorías que señalan que los perros se acaban pareciendo a sus dueños, y según se puede ver en la cuenta de Instagram de la actriz, María Castro; la relación que mantienen ella y su perro Momo es uno de esos casos.
María y Momo son una pareja inseparable desde que las caminos de sus vidas se cruzaron para siempre hace 9 años. Al golden retriever le encanta seguir los pasos de su cuidadora, no importa a dónde vaya; ¡él está ahí!
Comen juntos, juegan juntos, entrenan juntos... pero lo más importante es el amor y el respeto que se profesan desde hace años. ¡Forman la pareja ideal!
A pesar de los buenos momentos vividos (y los que aún les quedan), la gallega no puede evitar pensar en el futuro. María sabe que el paso del tiempo ha hecho mella tanto en ella como en su perro, convertido ya en abuelo.
Un mensaje que encoge el corazón
En base a esa apreciación, la actriz quiso dedicar unas palabras a Momo -acompañadas de dos instantáneas-.
Desde hace unos años, el golden retriever pasa todo el verano en la tierra natal de María, Galicia. Según cuenta la actriz, Momo no soporta el calor de Madrid ni los viajes sobre todo desde que ha envejecido. Por ello, la intérprete decide enviarlo a casa de los ''lelos'' (''abuelos'') donde es el perro más feliz del universo.
''Últimamente me preguntabais por Momo y publico esta foto hoy, porque al fin YA ESTÁ EN CASA!!!
Desde hace años, y siempre pensando en su bienestar, decimos que fuese él el que tuviese el verano más largo… tipo vacaciones de cole, ya sabéis!!! Se va el primero a Galicia con los “lelos” (mis padres), y cierra también él la temporada en mi tierra, con los últimos baños de septiembre!'', comenta María.
Y añade: ''... Su trufita está cada vez más blanca, su displasia más delicada y sus ganas de perseguir la pelota a veces si limitan a seguirla con la mirada...''
A parte de las complicaciones propias de la edad de Momo, la actriz resalta que sus ojos de cachorro así como el gusto porque lo coja en brazos y ''su expresión de bondad más absoluta'' se siguen manteniendo intactos.
Para finaliza la emotiva dedicatoria a Momo, María 'alza su voz' para pedir más reencuentros con su perro amado.
''Por más reencuentros, Momo. Por seguir coleccionando momentos, alegres o tristes, los que vengan… porque tú siempre estás. Y por muchos años más. ¡Te queremos, eterno cachorro!''
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