La noche del sábado 17 de septiembre de 2022 se tornó oscura para Javier. Recibió una llamada de la Policía Local de Melilla, mismo día en el que la ciudad autonómica festejaba su 525 aniversario y cuya celebración culminó con fuegos artificiales.
"Cuando llegué, todavía estaba agonizando". Su querida perra, de tan solo un año y diez días de vida, estaba inmóvil en el suelo. "La batería de fuegos artificiales provocó que entrara en pánico y saltara por la terraza", lamenta Javier en su denuncia en Instagram.
La perra saltó desde un cuarto piso
La perra se tiró desde un cuarto piso al vacío. El miedo que sintió Bombón fue tal que solo quería huir y saltó el muro de la terraza que mide un metro sesenta, según señala Javier en declaraciones a Wamiz España.
El joven llevó a la perra de urgencias al veterinario. "Bombón aguantó una hora con un hilo de vida mientras los veterinarios hacían todo lo posible, pero estaba muy grave: la pérdida de sensibilidad de la parte trasera, la tremenda caída…".
A Javier se le entrecorta la voz al recordar los duros momentos en el veterinario. "Estuve con ella en todo momento, no quería estuviera sola y finalmente…", la perra murió.
Tardaron media hora en localizarle
"Estamos rotos –él y su pareja –, hacíamos mucha vida con ella, la incluíamos en nuestros planes". "Bombón amaba la montaña, la nieve, el mar, los ríos. Era una perra divertida. Se acercaba a la gente moviéndole el rabito para saludar y jugar. Era excepcional".
De hecho, esa fue de las pocas noches que la perra se quedaba en casa, en su hogar. Fue un vecino el que vio a Bombón y avisó a la Policía. Esta, al no contar con lector de microchip, la única forma que tuvo de encontrar a Javier fue a través del censo de empadronamiento.
Tardaron media hora en localizarle mientras la perra seguía tirada en el suelo. "Nadie me la devolverá, pero creo que hay margen de mejora en este tema", opina el joven en cuanto a las autoridades. Al menos a nivel local Javier insiste en dos puntos:
- La policía debería estar dotada con lector de microchip, medio más rápido para localizar a la familia del perro.
- Los ayuntamientos deberían tomar otras alternativas a los petardos y cohetes. Perros, personas con autismo y personas mayores sufren con ellos.
En esto último parecía estar de acuerdo entonces la consejera de Educación de la ciudad: "Hay que ir buscando alternativas con menos ruido para los animales y las personas", palabras recogidas por El Faro de Melilla tras conocer la tragedia.
Repercusión en redes sociales
El relato de Javier en Instagram se viralizó al instante. La publicación, que era pública en su momento, sumaba más de 10.200 likes, centenares de comentarios y mensajes de apoyo como los del youtuber @javihoyosmartinez, el defensor de loros y papagayos @manu.parrotslife o la intérprete @aitanameg.
El humorista jienense Guelmi (tercero en la foto de abajo), decía esto en sus stories de Instagram: "Como persona que tiene mascota, se me cae el alma con que estas cosas sigan pasando por los petardos y fuegos artificiales".
Y lanzaba una petición a los ayuntamientos que le escuchen. "Que se conciencien de estas noticias, que se limiten y que opten por los fuegos artificiales silenciosos. Esto es muy triste".
Es el consuelo que le queda a Javier y su pareja, el tremendo apoyo y empatía que están sintiendo de cientos de personas tras a conocer el suceso. Aunque "es muy reconfortante" desea que"algún día los petardos y los fuegos artificiales lleguen a prohibirse".