Y a tan solo 13 kilómetros de distancia de la Selva Negra, un conductor de 54 años hizo el viernes pasado un avistamiento que le congeló la sangre.
Mientras Timm conducía por la carretera, vio un animal grande que trotaba desde el bosque hacia el campo. Debido a su tamaño, el conductor supo de inmediato que se trataba de un lobo.
"Eso no es un perro"
"Era tan grande que no podía ser un perro", aseguró el hombre, de 54 años. Sin pensárselo dos veces, empezó a grabar, ya que presentía que se trataba de un avistamiento excepcional.
Un vídeo que se hace viral
Timm compartió posteriormente las imágenes de este encuentro en Facebook. Lo que no se imaginaba es que su publicación desencadenaría una reacción en cadena.
Un cazador vio las imágenes y alertó de inmediato a la oficina del distrito. Las autoridades reaccionaron rápidamente y enviaron a un experto en fauna silvestre para investigar el avistamiento.
Las huellas confirman la sospecha
El experto en fauna silvestre se reunió con el hombre justo en el lugar donde este había visto al depredador por última vez.
Juntos, hicieron un descubrimiento que confirmó la sospecha inicial: aquellas eran las huellas inequívocas de un lobo.
Según contó el hombre, el animal se movía lenta y tranquilamente, un comportamiento que, según los expertos, es típico de un lobo que se siente seguro en su territorio.
Se desconoce si el lobo era uno de los tres lobos machos que se sabe que habitan en la Selva Negra.