El cuidador de Iris sabía que los días de vida de su animal estaban contados. La perra ya no respondía al tratamiento para los tumores nasales que padecía.
Para hacer la despedida de su gran danés lo más especial posible, Hunter Metzger decidió darle una sorpresa pidiéndole un menú en un restaurante: un filete de 225 g, patatas fritas, puré de patatas y pan.
Preparado con mucho cariño
Al conocer la historia de la perra, Kate, una empleada, decidió añadir una nota al menú del animal: "preparado con amor".
"No solo el restaurante no me dejó pagar, sino que los maravillosos empleados se tomaron el tiempo de escribir una nota en la parte superior del recipiente y un mensaje en el reverso de la cuenta (e incluso me dieron el pésame en persona)", escribió.
Un conmovedor detalle que emocionó al cuidador de Iris hace tan solo unas semanas: "¡Gracias de todo corazón!".