A la mayoría de los niños les gustan los perros porque son cariñosos y amigables. Además, crecer con un perro puede beneficiar el desarrollo físico y psicológico de un niño. Y la historia de hoy es una prueba sólida que demuestra que, efectivamente, los perros pueden ser los mejores amigos de los niños.
Dodger es un perro supercariñoso al que le encanta pasar tiempo con sus dueños. Pero lo que ama aún más es a su pequeño hermano humano. Y es que amaba al bebé antes de conocerlo, cuando aún estaba en el vientre de su madre en 2019.
Perro consuela a bebé
Everett fue un bebé prematuro, por lo que tuvo que permanecer en el hospital durante mucho tiempo. Así que, cuando Everett por fin llegó a casa, Dodger se emocionó mucho al conocer a su hermano recién nacido.
Como todos los bebés prematuros, Everett necesitaba dormir mucho en ese momento. Y cada vez que despertaba, Dodger estaba allí.
En agosto de 2019, Everett despertó y comenzó a llorar en su cuna. Afortunadamente, el perro llegó al rescate y lo calmó dándole un buen lengüetazo en la cara.
Aparentemente, funcionó: era justo lo que el bebé necesitaba. Ya sea por confusión o simplemente porque estaba contento con el beso del perro, Everett había dejado de llorar.
Esta rutina sorprendió a la madre de Everett, quien luego no pudo evitar compartir el recuerdo con sus seguidores. En la siguiente imagen se pueden ver a los dos protagonistas con el resto de su familia.
Tras ver el vídeo en cuestión, nos queda bastante claro que los perros son una excelente compañía para los bebés (y viceversa).
¡Esperemos que esta tierna amistad dure muchos años más!