Todos y todas sabemos que los perritos son animales extremadamente fieles, además de una excelente compañía.
Sin embargo, la historia de Corchito lleva el concepto de animal de compañía mucho más lejos de lo que cualquiera podría esperar.
¿Te imaginas tener a un perrito de compañero de mesa al reservar una mesa solo para ti? Pues eso es exactamente lo que hace Corchito.
Cómo acabó Corchito en un bar
Corchito debe de rondar ya los 10 años, y desde hace tiempo, es el recepcionista del Bar Dickens, ubicado en Chivilcoy, Argentina.
Solía vivir en una casa del barrio con una familia que terminó abandonándolo. Si bien una vecina intentó rescatarlo, Corchito no se adaptó a su nueva vida y durante un tiempo estuvo deambulando por las calles.
Al final, terminó convirtiéndose en un "cliente habitual", hasta que terminó siendo un miembro oficial de la familia y un atractivo para los comensales y clientes.
Un recepcionista de categoría
Hoy, la presencia de Corchito se ha convertido en el sello distintivo del bar. De hecho, algunos clientes acuden expresamente para ver a su peludo compañero de conversaciones.
Tanto ha sido su éxito, que el bar ya tiene una escultura de Corchito en su fachada, junto a otra del escritor Charles Dickens.
Además de Corchito, el bar tiene otros dos animales: Puccini, de 17 años; y Manuel, de 4 años. Al principio, los dueños del Bar Dickens esperaban que alguien los adoptara, pero ahora ya son parte de la familia.
Este bar apoya la causa de la adopción animal y canina y espera que por medio de sus actos se visibilice el problema del abandono de animales.