Blanca Portillo y perro es un binomio que lleva casi un año junto. Para ser la primera vez que la actriz tiene perro, ya se le da mejor que a muchas personas que presumen de saber, tal y como apuntan Santi y Eli, los educadores caninos de 'Un día de perros'.
Eduardo y Blanca Portillo fueron los protagonistas del según episodio del nuevo programa de Dani Rovira. Solo la sonrisa de la actriz hablando de su perro, dejaba claro el hermoso vínculo: "No soy ni su ama, ni su dueña, somos compañeros de vida".
Entre la cantidad de temas que tocaron, hay dos en los que se apreciaba esa relación cuidada entre ambos:
- El miedo.
- La sinceridad emocional.
Cómo gestionar el miedo de tu perro
El miedo en plató de Eduardo vino con el cámara cuando le enfocaba fijamente (la mirada fija es algo que incomoda de por sí a los perros). El Australian Cobberdog comenzó a ladrar y no paraba.
Blanca intervino y con los consejos de Santi y Eli, y humana y perro aprendieron a gestionar una situación nueva que se solventó rápido. De hecho, la actriz cuenta cómo le quitó el miedo a Eduardo a los petardos y cohetes, algo que para muchos perros supone verdadero pavor y dolor.
La sinceridad emocional de un perro
Una cosa que a Eduardo le sorprendió mucho este primer año de convivencia con Blanca fuera verla llorar y ella explica lo que el perro hace cuando la ve así: sentarse a su lado y apoyar su cabecita. Es decir, algo tan simple como solo acompañar que tanto y tanto nos cuesta a los humanos.
"Ya tiene más habilidades sociales como amigo que cualquier amigo humano", señala Dani Rovira. "Creo que un perro hace lo que tiene que hacer un amigo, estar ahí". Sin más. Sin mediar palabra.