¿Cómo serán nuestros peludos amigos dentro de varios miles de años? Un equipo de genetistas de animales y un experto veterinario han utilizado la inteligencia artificial para ver cómo serán los perros dentro de 10.000 años.
Una continua evolución
Se sabe que los perros, tal y como los conocemos hoy, evolucionaron a partir de lobos, desarrollándose para convertirse en el mejor amigo del ser humano hace aproximadamente entre 10 y 15 000 años.
Pero: ¿qué aspecto tendrán nuestros queridos peludos en el futuro?
Las 'predicciones' sobre la evolución de los perros
Hace pocas semanas, los expertos veterinarios de Basepaws, una firma de pruebas genéticas para animales domésticos con sede en California, quisieron indagar esta cuestión.
Los genetistas han colaborado con el famoso veterinario Ernie Ward, que contempla dos posibles escenarios para el futuro: uno impulsado por el calentamiento global y otro en el que el planeta entrará en una nueva Edad de Hielo.
Además, se atreve a añadir una posible hipótesis de vida en otro planeta.
A continuación, se presentan los resultados de los investigadores de Basepaws.
Escenario 1: calentamiento global
En un escenario que parece cada vez más real a medida que pasan los años, Ward sostiene que la escasez de recursos derivada del calentamiento global conducirá a una reducción de la masa corporal de los perros.
Asimismo, el aumento de las temperaturas podría resultar en una pérdida de pelaje y en tonos de piel más oscuros como respuesta a la necesidad de resistir los intensos rayos ultravioleta.
En ambientes muy cálidos, los perros podrían desarrollar cabezas y orejas más grandes para regular mejor su temperatura corporal.
En casos de escasez de agua, es probable que en un futuro deban adaptar su metabolismo para sobrevivir períodos más largos sin necesidad de rehidratación.
Escenario 2: era glacial
En el caso de que las temperaturas globales extremas conduzcan a una nueva era de hielo, es lógico imaginar que los perros desarrollarían un pelaje más denso para conservar el calor.
De acuerdo con Ward, no existe certeza científica respecto al efecto que las bajas temperaturas pueden tener en el tamaño de los perros.
A pesar de esta incertidumbre, se anticipa que, en climas más fríos, los perros podrían desarrollar una mayor cantidad de grasa corporal para almacenar energía.
Frente a esta suposición, no se descarta una futura competencia entre humanos y perros por recursos esenciales, como alimentos y refugio, planteando dudas sobre la evolución de la amistad entre perros y humanos. ¡Ojalá no lleguemos a tanto!
Una tercera hipótesis sobre la vida en Marte
Finalmente, se contempla un tercer escenario que podría desarrollarse en Marte en caso de que la humanidad logre establecer allí zonas habitables. ¿Podrían viajar los perros a Marte?
Esperemos que no sea necesario llegar a tales extremos. De momento, lo que sí podemos hacer es cuidar nuestro planeta antes de que sea demasiado tarde.