Pepa, Tula y Lucas son los tres perros que forman parte de la familia de Fernando Grande-Marlaska. Junto a su pareja, Gorka, conocen bien de cerca el mundo del abandono y el maltrato animal, tema que trataron en el último capítulo de 'Un día de perros', el programa de Dani Rovira.
Aunque la más pequeña de tamaño es Pepa, esta perra es la que más tiempo lleva con ellos. Hace 9 años que llegó a sus vidas sacada de una protectora.
Tula también tiene una historia dolorosa, pasó la mayor parte de su vida en un refugio. Ahora ya son 5 meses en casa del ministro. Y el galgo es Lucas. Por suerte este jovenzuelo, que adoptaron en agosto, no padeció la típica historia de maltrato y abandono de los cazadores.
La espinita de Marlaska
Según cuenta Marlaska en este tercer episodio, él y Gorka llevan una década adoptando a perros. De hecho, tiene una espinita clavada con uno de ellos. Tavita era una perra de unos 4 años que sufrió maltrato y cuando tuvo opción de una buena vida, junto a ellos y los otros perros, murió.
"Me siento fatal porque no tuve tiempo de darle cariño que merecía", confiesa Marlaska. A pesar de los años, confiesa que todavía le resulta frustrante que apenas estuviera 7 meses de vida con ellos, permaneciendo todavía la sensación de dolor y de injusticia.
Primero el cariño, luego las normas
Grande-Marlaska cree que su error fue centrarse más en educarla que en brindarle todo ese amor. A lo que Santi, uno de los educadores caninos que suelen estar en el programa, apunta como consejo para todo aquel que adopte a un perro:
"Hay toda una vida para enseñarles normas y reglas. Cuando adoptas un perro, la prioridad no son las reglas. La prioridad es que se sienta seguro y querido". Es decir, lo que menos necesita un perro nada más aterrizar en tu vida son exigencias.
Ley de Bienestar Animal
Además de lo personal, Dani Rovira aprovechó la presencia del ministro de Interior para preguntarle por la Ley de Bienestar Animal que entró en vigor el 29 de septiembre.
Aunque la normativa no nació en su ministerio, se conoce el compromiso Grande-Marlaska con los perros.
De hecho, en 2016 recibió el premio Bienestar Animal por su trabajo por parte del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid:
El ministro, más allá de la polémica con la ley, puso el foco el abandono y la adopción, señalando la labor que realizan asociaciones, refugios y protectoras a diario, algo que, a juicio de Dani Rovira, no dejan de ser parches.
La realidad habla por sí sola: hace falta más implicación de las instituciones.