Charmaine Keevy, natural de Port Elizabeth (Sudáfrica), estaba paseando tranquilamente con su perro salchicha cuando, sin causa aparente, el animal comenzó a ladrar desesperadamente.
Este comportamiento era inusual en él, especialmente porque el perrito guiaba a su humana hacia una alcantarilla. Lo que no se imaginaba es que ahí los esperaba era un hallazgo aterrador.
Hallazgo espeluznante
Al principio, la mujer pensó que su perro había detectado un gato en la zona y quería perseguirlo, pero decidió acercarse para averiguar qué estaba pasando.
Charmaine inspeccionó la alcantarilla, que estaba cubierta por una gruesa losa de hormigón. Incapaz de moverla por sí misma, pidió ayuda a los transeúntes. Fue un hombre de 60 años quien acudió a su llamada.
Juntos, comenzaron a mover la losa de concreto y, para su horror, se dieron cuenta de que era el grito de un niño pequeño. El hombre bajó hacia la alcantarilla y extrajo a una pequeña niña congelada y aterrorizada.
Ayuda policial
Rápidamente, el hombre tomó fotos de la escena para la policía, a la que llamaron de inmediato. En cuanto las autoridades llegaron, el bebé fue llevado al hospital para ser atendido.
"Por lo general, tomo una ruta diferente para pasear a mi perro, pero por alguna razón fui por ese camino ese día", explicó Charmaine a los medios.
El horrible suceso tuvo lugar en abril de 2018, aunque recientemente ha vuelto a circular por las redes sociales.
Sin duda, este pudo ser el final de la pequeña Grace, pero gracias al increíble olfato de Georgie, la niña fue rescatada de un horrible final.