Franny es una perrita pitbull que lleva varios meses en el refugio, y como le ocurre muchos de los congéneres de su misma raza, nadie quiere adoptarla.
Afortunadamente, la pitbull puede contar con el apoyo de Lindsey, una voluntaria que se ha dado cuenta de que la perrita no es más que una bola de cariño.
De vez en cuando, viene a recoger a Franny para pasar el día juntas fuera del refugio.
Un día de libertad
En este refugio, los miembros más antiguos pueden pasar días enteros fuera de las instalaciones con voluntarios de confianza.
Pero cuando llegó el momento de volver al refugio... el animal fue preso de una profunda desesperación.
Un día muy especial
Afectada por la situación, Lindsey decidió regresar al día siguiente y dejar que Franny pasara la noche con ella.
Al día siguiente, la chica llevó a Franny de vuelta al refugio, y la perra volvió a mostrarse de la misma manera, con la cabeza gacha y triste por tener que regresar a su jaula.
Pero esta vez, Franny no sabía que la esperaba una sorpresa: ¡Lindsey estaba a punto de iniciar los trámites de adopción!
Como Lindsey es voluntaria habitual del refugio, todo el equipo se asegura de recibir a menudo noticias de Franny.
Gracias a este programa, el refugio puede brindar un poco de alegría a los perros que llevan mucho tiempo esperando un hogar.