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Gatos hacinados en un transportín

Gatos hacinados en una bolsa.

© Wales Updates / Facebook

Detienen a una mujer con una gran bolsa en la calle: no pueden creer lo que hay dentro

Por Luis Piqueras Ferriz Redactor | Traductor

Publicado el

En lo que ha sido un triste caso de crueldad animal, Pauline Perry y su pareja, David Thomas, finalmente llevados ante la justicia tras una implacable persecución por parte de la RSPCA.

El sórdido caso de crueldad animal de esta pareja salió a la luz hace casi un año, cuando las autoridades consiguieron finalmente localizarla en Mountain Ash, al sur de Gales.

La asociación RSPCA había intentado acceder a la casa de Perry y Thomas en múltiples ocasiones tras recibir numerosas quejas sobre las condiciones en las que vivían sus 11 gatos

A pesar de que le negaron la entrada, la inspectora jefe adjunta, Gemma Cooper, notó señales alarmantes que invitaban a una actuación urgente por parte de las autoridades.
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Buscados por la RSPCA

Cuando llegaron al domicilio, varios transportines abandonados yacían esparcidos por el jardín, las moscas infestaban la ventana de la cocina y un fuerte olor a orina de gato emanaba del buzón.

En vídeo:

Más tarde, la inspectora Cooper vio a Perry llevando una bolsa de la compra notablemente pesada mientras paseaba a su perro. Tras la investigación, se descubrió que la mujer llevaba metidos 4 gatos en la bolsa.

Los gatos estaban confinados dentro de un solo transportín escondido en la bolsa, que emitía un olor repugnante a orina y heces.

Cuatro gatos, un transportín

Finalmente, la pareja accedió a regañadientes a que la inspectora entrara en su casa, donde encontró heces de gato esparcidas por toda la casa. 

Dos de los gatos fueron encontrados en una jaula para cobayas, sin agua ni arena. Además, los felinos sufrían diversos problemas de salud, como pérdida de pelo y pulgas, y todos estaban muy por debajo de su peso normal. 

Tristemente, uno de los gatos tuvo que ser sacrificado. El veterinario que los examinó describió el estado del animal como "una grave incomodidad física con estrés".

Una condena firme 

Tras la denuncia formal, Perry y Thomas fueron condenados a trabajos en beneficios de la comunidad, a varias multas y a una prohibición de cuatro años para tener animales.

Los gatos, por su parte, recibieron la atención veterinaria adecuada y posteriormente se les encontró un nuevo hogar.

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