Cuando la abuela, residente en Chernivtsi, Ucrania, se dio cuenta de que su pequeño nieto había desaparecido, no encontraba consuelo.
El niño, de 3 años, estaba jugando en el patio. La abuela lo perdió de vista un instante, suficiente para que el pequeño se esfumase.
Una noche fría y aterradora
Inmediatamente, la mujer llamó a las autoridades. La noche se acercaba y el pequeño empezaría a asustarse.
La policía, la guardia fronteriza, equipos de rescate adicionales y varios voluntarios rastrearon la zona, incluyendo barrancos y edificios abandonados. Todo fue en vano: ni siquiera el uso de drones y cámaras térmicas ayudó.
La familia del niño estaba aterrorizada. Pasar la noche a la intemperie podría haberle causado una hipotermia severa. No había duda de que su vida corría peligro.
Peludo rescate
Por fortuna, el niño fue encontrado al amanecer a varios kilómetros de la casa. Pasó la noche en un vertedero junto a un perro llamado Barbos, con el que el niño tiene un vínculo muy especial.
El niño fue trasladado al hospital, pero su vida no corría peligro. Según los médicos, se debe al perro, que lo mantuvo caliente con su propio cuerpo durante toda la noche.