El perro, de nombre Ulf, estaba alojado en el hotel de Herzogenrath, Alemania.
Sin embargo, cuando llegó el momento de recoger al animal, nadie apareció a reclamar al pastor alemán.
Desaparecido sin dejar rastro
"Le llamé varias veces, me dio largas constantemente, me prometió que vendría. Finalmente, apagó el móvil", declaró Karl Pütz, propietario del hotel, a los medios locales.
¿Quién es la víctima aquí?
Por el cuidado del perro y los entrenamientos profesionales, la factura del hotel para perros alcanzaba los 700 euros.
Víctima de un fraude, la policía ya se ha hecho cargo de su caso. Curiosamente, no se ha iniciado ningún procedimiento por abandono animal, ya que no se infringió la ley alemana de protección de los derechos de los animales.
"El perro no sufrió ningún daño", explicó Andreas Müller, portavoz de la policía de Aquisgrán.