Kane es un adorable husky que trae mucha alegría a su familia. Pero de la noche a la mañana, debido a la edad, el animal dejó de mover sus patas traseras.
Decidido a ayudar a Kane, su propietario empezó a informarse sobre la mejor manera de ayudar al animal y descubrió que era demasiado mayor para una operación. Por su parte, los analgésicos tampoco podían aliviar su sufrimiento.
La natación, un alivio para el animal
Para que Kane pudiera relajarse un poco, a su propietario se le ocurrió la idea de meterse con él en la piscina. El alivio fue inmediato, tal y como se puede apreciar en las imágenes compartidas en redes.
La mayor parte del tiempo, el husky se deja flotar en el agua sin moverse, en los brazos de su humano.
Un verdadero milagro
Después de varias sesiones de terapia en el agua, nadie se esperaba semejante milagro: ¡Kane volvió a usar sus patas traseras!
Al principio, el animal necesitó un arnés porque se tambaleaba, pero luego comenzó a caminar solo, como hacía antes.