Muere Pepe Mujica a los 89 años de edad víctima de un cáncer. La partida del expresidente de Uruguay este 14 de mayo no solo conmueve al pueblo uruguayo; también a quienes lo admiraron en todo el mundo por su forma de vida sencilla y su cercanía con la gente.
El líder más querido de América Latina, además de dejar un legado político como referente de la izquierda, cuenta con una historia de amor incondicional con su perra Manuela, que lo acompañó durante más de dos décadas.
El último deseo de José Mujica fue claro: ser enterrado junto a ella, bajo una secuoya, en su querida chacra de Rincón del Cerro donde vivía Mujica junto a Lucía Topolansky, su esposa y exvicepresidenta de Uruguay.
Adiós Pepe Mujica: un reencuentro esperado al otro lado del arcoíris
Manuela, la perra mestiza de tres patas de Pepe Mujica, se convirtió en figura pública durante su mandato (2010-2015).
Sin raza, con solo tres patas tras un accidente con un tractor que él mismo conducía, y con un carácter tan fuerte como entrañable, Manuela fue su sombra del expresidente de Uruguay durante más de 22 años.
"Es la integrante más fiel que tuve en el gobierno", decía Mujica. Manuela apareció en actos oficiales, entrevistas televisivas, e incluso en velatorios.
En 2014, acompañó a Mujica al funeral de la actriz China Zorrilla, y en 2012 protagonizó una cena navideña junto a la mascota de una aristócrata uruguaya. Manuela tenía hasta una cuenta no oficial en X (antes Twitter) y miles de seguidores en YouTube.
Frases de Pepe Mujica que demuestran su amor por Manuela
El expresidente uruguayo dejó frases para enmarcar que resumen su vínculo con los animales, especialmente con su querida perra Manuela:
Pepe MujicaExpresidente de Uruguay El día que yo me muera, he pedido que me incineren y que las cenizas las pongan ahí, abajo de ese árbol, junto a Manuela".
"Cuanto más conozco a los humanos, más adoro a los perros".
"Manuela es la integrante más fiel que tuve en el gobierno. Hace 18 años que me acompaña, es una anciana".

Deseo cumplido: Pepe Mujica será enterrado junto a su perra Manuela
Cuando Manuela murió en 2018, Mujica sintió un vacío tan grande que, poco después, renunció a su banca en el Senado. "La extraño mucho", confesó.
En una entrevista con CNN, anunció: "Vivió 22 años, lo que es un récord para un perro. Está enterrada abajo de una secuoya. El día que yo me muera, he pedido que me incineren y que las cenizas las pongan ahí, junto a Manuela".
Hoy, ese deseo se cumple.
La historia de Mujica y su perra "marca perro", como él mismo la llamaba cuando le preguntaban por la raza, recuerda que la fidelidad no entiende de razas ni de títulos.
Desde el Palacio Legislativo hasta la chacra donde compartían los días, Manuela estuvo siempre a su lado. Cuando Mujica se ausentaba, ella lo esperaba. Cuando enfermó, no quiso separarse de él. Y ahora, por fin, vuelven a encontrarse.
Cuenta la leyenda que al otro lado del arcoíris hay un lugar donde los animales esperan a sus humanos. Manuela ya estaba allí esperando a Pepe.
