El pasado 15 de mayo, en el grupo de Facebook I love Veterinary Medicine, se publicó la foto de una radiografía que mostraba el abdomen de un perro de tamaño mediano con una extraña sombra blanca.
Grande, sólida, casi ovalada, el autor de la publicación se dirigía directamente a los internautas: "¿Qué es esto?"
¿Un ratón de ordenador?
La imagen generó todo tipo de comentarios: "Parece un ratón de ordenador…", escribió un usuario.
Y es que, efectivamente, el objeto que se aprecia en el estómago del perro parece un dispositivo técnico. Pero, ¿cómo pudo un perro de 17 kilos tragarse algo así sin que nadie se diera cuenta?
Otros usuarios se decantaron por otro cuerpo extraño: "Parece casi la yema del dedo gordo."
Curiosamente, ninguno de los comentarios acertó en su diagnóstico.
¿Qué se ha tragado el perro?
El objeto en el estómago no es un ratón de ordenador ni un cuerpo extraño de plástico, sino ¡un gigantesco cálculo vesical de nada menos que casi medio kilo!
¿Cómo puede ocurrir algo así?
Los cálculos vesicales se forman por la acumulación de minerales en la vejiga, generalmente a lo largo de un período prolongado. Factores como una mala alimentación o una predisposición genética suelen favorecer su desarrollo.
Este caso ilustra de manera clara la importancia de realizar chequeos veterinarios periódicos, especialmente cuando el animal presenta síntomas como dolor, micción frecuente o apatía.

La curiosa radiografía se ha vuelto toda una sensación viral en Internet, captando la atención tanto de los amantes de los animales como de profesionales del mundo veterinario.