En la ciudad brasileña de Araxá, una pequeña gata con un pelaje rosa brillante deambulaba desorientada por la calle, lo que llamó enseguida la atención de los vecinos, que no dudaron un segundo y alertaron a la policía.
La gata había sido teñida con un tinte tóxico para muebles, no había comido ni bebido y se encontraba en mal estado.


La dueña no sabe lo que hace
Gracias a las imágenes que una política local, Fernanda Castelha, compartió en su cuenta de Instagram, se pudo localizar a la propietaria del animal, de 37 años.
La casa donde residía la mujer estaba completamente deteriorada. Según Castelha, no era la primera vez que teñía al animal con colores llamativos.
Algo muy peligroso para el felino, que se lamen instintivamente el pelaje. "Ese comportamiento puede ser mortal si hay toxinas en su pelaje", advierte un veterinario.
Acogida temporal
Por el momento, el animal se encuentra temporalmente con una familia de acogida hasta que encuentre un hogar definitivo.
El color rosa brillante desaparecerá de su pelaje por sí solo, pero esto puede tardar semanas o incluso meses.
Aunque probablemente no se trate de maltrato intencional, la política aboga por una mayor protección de los animales: "Un estado de confusión o el consumo de drogas no deben ser una excusa. Esto podría haber sido fatal."