La historia de Lita refleja lo peor y lo mejor del ser humano. Lo peor por los años vivió en la calle, ignorada y sin cuidados. Lo mejor, porque comienza su segunda oportunidad tras su rescate en Granada.
Fue necesario el uso de una jaula trampa para poder salvarla, ya que el miedo y la desconfianza la mantenían siempre en alerta.
Atropellada y con heridas abiertas
En la revisión veterinaria, quedó claro el calvario padecido por Lita. La perra, una podenca, una de las razas que más maltrato sufre en España, presentaba varias heridas abiertas, compatibles con un atropello, además de marcas visibles en la cara y el cuerpo.
Sus rescatadores, Ladridos Vagabundos Granada, son conscientes de todo su sufrimiento.

Una vida usada para parir
A las lesiones físicas se suma otra realidad: tiene pinta de que Lita parió en varias ocasiones. Y de varias camadas y sin descanso, probablemente sin atención ni cuidado. Un pasado de explotación que deja huellas en su cuerpo y en su ánimo.
Recuperación y esperanza
Ahora Lita se encuentra bajo la atención de voluntarios y veterinarios que velan por su recuperación física y emocional. A pesar de todo lo vivido, es una perrita noble, buena y con una mirada que pide, sobre todo, cariño.
Cuando esté recuperada, podrá darse en adopción. El mayor deseo para ella en estos momentos es encontrarle al fin un hogar donde conocer lo que nunca tuvo: amor y seguridad.
Mucha suerte, Lita ❤️.