Con solo 5 meses, Cerise creía haber encontrado a una familia para toda la vida. Acogida con entusiasmo en un hogar, la hembra finalmente fue devuelta tan solo tres días después.
La familia alegó, entre otras cosas, la convivencia del gato con la que denominaban despectivamente "la perra" no funcionaba.
Enseguida, la asociación prefirió actuar rápidamente para evitar que la situación le dejase huellas irreversibles al animal.
72 horas de esperanza en vano
Gracias a la rapidez de los voluntarios, se ha podido encontrar una familia de acogida de urgencia.
Cerise espera a su verdadera familia
Hoy, Cerise está a salvo en el cantón de Vaud (Suiza), pero aún le queda camino por recorrer. La pequeña perra busca ahora una familia definitiva que cumpla su promesa y le ofrezca una vida estable y llena de amor.
¿Quién querrá darle a Cerise el futuro que se merece?