Cómo hacer que gato y perro se lleven bien: las claves infalibles

“Se llevan como el perro y el gato”, un tópico que se repite hasta el cansancio, pero que no tiene por qué ser cierto necesariamente. 

Y es que son muchos los casos que hemos visto a lo largo de nuestra vida en los que los perros y los gatos pueden llegar a ser los mejores amigos, basta con hacer las cosas correctamente.

Pero, ¿qué significa hacer las cosas correctamente? ¿Cómo hacer que gato y perro se lleven bien? 

A continuación se explican los pasos obligados y lo que no debes olvidar para que puedan convivir en armonía.

Cómo hacer que gato y perro se lleven bien

Al momento de hacer que la convivencia funcione, hay varios puntos clave que no se pueden dejar de lado. Algunos de los más importantes al plantearse cómo hacer que gato y perro se lleven bien, son:

• Hacer las presentaciones adecuadas cuando se conocen.
• Darle a cada animal su espacio.
• Supervisarlos constantemente, sobre todo al principio
• Proporcionar estímulos mentales a cada uno de los animales, para que ambos estén sanos y equilibrados.
• Reforzar el vínculo positivo tanto con el perro como con el gato.

¿Cómo presentar un cachorro de perro a un gato?

Como se ha dicho antes, la presentación es una condición fundamental para el desarrollo del resto de la convivencia.

Cuando el perro es aún joven, el proceso puede ser más sencillo. El cachorro aún no ha desarrollado plenamente su personalidad y aún tiene que aprender quiénes son sus amigos y quiénes sus enemigos.

Para un cachorro todos son amigos desde el principio, porque apenas tiene prejuicios e instintos que le condicionen, así que habrá que centrarse en el otro animal adulto.

Este, por su parte, tampoco terminará de ver al nuevo inquilino como una amenaza, ya que no se trata más que de un cachorro que no debería amenazar su territorio.

¿Cómo hacer que mi perro acepte a un gato?

Y ¿cómo hacer que gato y perro se lleven bien cuando es el gato quien llega a casa? Nuevamente, el proceso de llegada es fundamental.

1. Lo mejor será introducir al gato en la casa en primer lugar, que la haga suya y que se muestre tranquilo.
2. Al día siguiente, sería conveniente darle alguna prenda o juguete del nuevo animal, para que vaya acostumbrándose a su olor. Esto eliminará el shock inicial a la llegada del compañero.
3. Posteriormente, con el gato metido en el transportín, es recomendable que lo pongamos en un lugar en alto, para que se sienta protegido cuando haga aparición el perro en la habitación. Es muy importante que el perro tenga bozal en todo momento, hasta que estemos convencidos de que la relación entre ellos va a ser buena.
4. Le dejaremos que olfatee todo e incluso que se acerque al gato, siempre y cuando ninguno de los dos se muestre excesivamente alterado. Si esto ocurriera, lo mejor sería aplazar el proceso al día siguiente.

Pasos a seguir para presentar un perro a un gato 

• Si ya se muestran tranquilos el uno con el otro, ha llegado el momento de abrir el compartimento del transportín y de dejar salir al gato. Es muy importante que el perro permanezca en todo momento con el bozal y la correa, la cual sujetaremos nosotros con fuerza.
• Además, es muy probable que el gato no se acerque por su cuenta, así que le dejaremos a su aire y nunca forzaremos el contacto físico entre ellos.
• Si vemos que van aceptándose poco a poco, iremos prolongando estos encuentros, siempre con nuestra supervisión. Aún no estamos seguros de si podemos dejarlos solos, ya que no confiamos plenamente en ninguno de los animales.

¿Cuándo puedo dejar al perro y al gato solos?

Esta es una cuestión muy relativa, pues dependerá de cada caso.

Nosotros debemos ir observando cómo se comportan y si realmente terminan llevándose bien. Mientras esto no sea seguro, se requiere supervisión constante.

Si vemos que la relación va por buen camino, podemos ausentarnos por cortos periodos de tiempo, aumentándolos poco a poco cada día.

Si es de gran tamaño, este tiene que permanecer con el bozal durante bastante tiempo ya que podría lastimar al gato en una de sus peleas.

Cada quien debe tener su espacio

Imprescindible que cada animal disponga de su espacio en la casa, para que puedan descansar lejos el uno del otro si así lo creen necesario.

Lo mismo sucede con el comedero y el bebedero, pues cada uno deberá tener el suyo.

La paciencia ha de ser nuestra mejor aliada, pues habrá momentos complicados. Serán los propios animales los que vayan marcando el ritmo de su adaptación y nosotros deberemos respetar su ritmo y apoyarlos.