Aterrorizado, el pequeño perro logró liberarse y correr tras el vehículo, evitando por poco un accidente.
A su llegada a su familia de acogida, Moka se encontraba en un estado famélico extremo, algo que ya evidenciaba su preocupante delgadez.
Una vez desparasitado, el animal se abalanzó sobre el agua e intentó comer todo lo que encontraba a su alrededor, señal de un gran descuido por parte de sus antiguos propietarios.
Un rescate necesario
Gracias a la presencia del testigo que dio la voz de alarma y la rápida intervención de la familia de acogida, Moka pudo ser atendido inmediatamente.
La denuncia presentada contra los autores del abandono ha marcado el inicio de un procedimiento para defender la vulnerabilidad del animal.
Por el momento, Moka puede comenzar una nueva vida, seguro y atendido como se merece.
El animal se encuentra bajo la supervisión de su familia de acogida a la espera de su adopción.
Con un seguimiento veterinario y unos cuidados adaptados a sus necesidades, Moka podrá ir recuperando la fuerza y la confianza en los humanos.