En la escuela primaria de Peoria (Estados Unidos), el día había comenzado como cualquier otro, hasta que una profesora notó un movimiento extraño en la mochila de una alumna de primer grado.
Pensando que se trataba de una broma, la maestra envió a la niña al despacho de la directora, Sarah Polnitz. Al abrir lentamente la cremallera, esta última descubrió, asombrada, dos gatitos de ojos redondos.
Cariños y una lección sobre seguridad animal
La niña, convencida de que aquel era el día del "Show and Tell" (una actividad en la que los alumnos presentan un objeto de su casa), quería mostrar sus dos pequeños felinos con sus compañeros.
Cuando la alumna regresó a su clase, el despacho de la directora se convirtió en un verdadero patio de recreo para gatitos.
Los profesores y el personal se turnaron para acariciarlos, darles agua y mantas. Algunos incluso bromearon diciendo que habría que adoptar "gatos terapéuticos" para el colegio, ya que la presencia de los pequeños felinos había alegrado el día de todos los presentes.
Los padres de la joven, con quienes contactaron de inmediato, fueron a buscar a su hija y a los gatitos sin salir de su asombro: ignoraban por completo que su hija había metido a los gatitos en la mochila.
Este episodio, que acumula ya más de un millón de visualizaciones en Instagram, concluyó con un amable mensaje sobre la seguridad animal.