Hace algunos años, el veterinario Ogün Öztürk visitó un pequeño pueblo en Turquía. Allí trató a la vaca de un cliente.
De hecho, no quería quedarse mucho tiempo. Pero cuando se dirigía al coche, notó algo raro.
Una sombra en la nieve
Fascinado, el veterinario observó una sombra que se movía por la nieve. De repente, reconoció la forma con más claridad: se trataba de una niña que luchaba por avanzar en la nieve con un perro sobre sus hombros.
En total, la niña recorrió más de un kilómetro con su perro Pamuk, que estaba envuelto en una manta para mantenerse caliente.
Una niña con un gran corazón
El veterinario examinó al perro de la niña de inmediato. Descubrió que el animal estaba bastante bien de salud, y su afección podía tratarse fácilmente con un antiparasitario.
Desde ese día, Ogün Öztürk visita a la niña con regularidad, examina a su perro y le evita un largo camino. Por supuesto, no le cobra a la pequeña por la visita.