Tinks fue muy querida por su familia, que la rescató cuando era apenas un cachorro.
Sin embargo, a principios de este año, uno de sus cuidadores falleció tristemente. Al no poder su pareja hacerse cargo de ella, la jack russell de 13 años tuvo que ser acogida en un refugio.
Joven de corazón
A pesar de su avanzada edad, "es una perra enérgica que adora sus paseos y siempre está lista para la aventura", explica el personal de Last Chance Rescue en Kent.
El mejor hogar para esta veterana
Después de todo lo que ha vivido, el equipo del refugio confía en encontrarle un hogar ideal a tiempo para Navidad.
Tinks disfruta mucho de la compañía humana y le gusta acurrucarse y recibir mimos en el sofá.
Aunque durante los paseos tolera a otros perros, sería más feliz como perro único, donde pueda recibir toda la atención y el cariño que merece.