El perro parecía sentir molestias, así que sus propietarios decidieron llevarlo al veterinario para averiguar qué le ocurría.
Al realizarle la radiografía, el veterinario descubrió de qué se trataba y ¡se llevó las manos a la cabeza!
Un accidente navideño
Mientras se manifestaba el malestar de Benji, la familia no lograba encontrar por ninguna parte las luces del árbol de Navidad.
La madre de familia decidió llamar a su hija, Olivia Mullen, quien trabajaba todavía en Manchester, ciudad donde ocurrió todo. Le explicó la situación, y la pregunta de su hija la hizo dudar: ¿se habría comido Benji las luces del árbol?
El perro tenía las luces de Navidad en el estómago
Efectivamente, el pastor alemán se había tragado nada menos que todo un cable de luces navideñas de 80 centímetros de largo.
El accidente no le encajaba del todo a la familia, pues el perro nunca había mostrado interés en comer objetos y juguetes. ¿Qué pudo llevarle a comerse parte del árbol navideño?
Según les explicó su veterinario, David Owen, "las luces brillantes de Navidad pueden ser extremadamente atractivas para perros o gatos". Desafortunadamente, como cualquier artilugio tan largo, como una cuerda, pueden resultar muy peligrosos para ellos si lo ingieren.
"En la jerga veterinaria llamamos a esto un cuerpo extraño, lineal. Un objeto de este tipo puede quedar atrapado en el estómago y, al no poder pasar a través de los intestinos, corta el tejido como un alambre para cortar queso", advirtió.
Dada la gravedad del asunto, tuvieron que someter a Benji a una cirugía para extraerla las luces. Afortunadamente, todo salió según lo previsto y Benji regresó a casa junto a su familia.